domingo, abril 08, 2012

IAN MCDONALD: DRIVERS EYES


IAN MCDONALD: DRIVERS EYES (1999, CAMINO RECORDS)

4/5


¿Cómo definir este trabajo del tan querido y conocido Ian McDonald? Pues sencillamente con una palabra: belleza. Belleza en la forma y en el fondo, en las composiciones y en la ejecución, en el sentimiento y en la cabeza.
Un disco con 11 piezas lleno de bellísimos pasajes sinfónicos y pop sinfónicos (en clara semejanza con grupos como los primeros Alan Parsons Project o los Camel del A Single Factor) que hacen pasar un agradable rato con su escucha. Excelencias como la instrumental Overture 2:35, In Your Hands 4:19, You Are a Part of Me 5:04, Sax Fifth Avenue 4:21 (también instrumental), Forever and Ever 5:08, con un John Wetton emocionado y emocionante (no podía ser de otro modo) a las voces, Demimonde 3:26, Let there Be Light 3:22 (con Gary Brooker a la voz)… no puedo resaltar un tema de otro y no debería hacerlo en esta reseña, pues no se haría justicia al enorme esfuerzo y, repito, belleza contenida en este CD. El elenco de participantes, como podéis ver, es realmente asombroso: Gary Brooker, Lou Gramm, Steve Hackett, John Waite, Peter Frampton, Mike Giles, John Wetton y Pete Sinfield participan de un modo u otro en la concepción del debú de Ian McDonald.
No pretendo decir que con este disco Ian haya descubierto nada nuevo ni que haya abierto una nueva brecha en el rock sinfónico, pero es que este sonido tan depurado, tan bellamente comercial a veces, se empezaba a echar en falta, al menos por mi parte, en el movimiento progresivo actual, demasiado pendiente en querer rizar un rizo que ya está rizado desde hace veinte años. Aquí, amigos, hay alma y un gran corazón.
Desintoxícate de todo, para tu frenético ritmo de vida y escucha esta maravilla de fin de siglo. Tus oídos y tu mente te lo agradecerá. Ian McDonald es parte de la gran historia del rock progresivo y sigue en forma como se demuestra en esta obra maestra que no debes dejar de pasar. El que una vez fue rey sigue siéndolo.

IQ: THE LOST ATTIC


IQ: THE LOST ATTIC (1999, G.E.P.)

4.5/5


The Lost Attic, subtitulado acertadamente como A Collection of Rarities (1983-1999), es un magnífico resumen de la trayectoria más oscura de esta gran banda británica, precursora del nuevo progresivo que empezaba a fluir a principios y mediados de los 80. Y digo lo de oscura, no por el elemento estético que pueda subyacer en su música, que lo hay, sino porque con esta recopilación, los fans del grupo pueden tener reunidos todos aquellos temas difíciles de conseguir, bien por provenir de grabaciones de su club de fans, bien por contener grabaciones no publicadas anteriormente, bien por pertenecer a otras grabaciones genéricas en las que IQ participó a lo largo de su ya extensa carrera.
Voy a seguir el orden de los temas contenidos en este álbum para no liar mucho el asunto, pues la variedad es extensa. Comenzamos con The Universal Scam, tema inédito y que pertenecía a Suberranea, muy en la línea del doble publicado por la banda en el 97. Le sigue Winterfell un tema perteneciente a las sesiones de Tales from the Lush Attic, con una sonoridad melancólica, misteriosa y triste propia de los orígenes del grupo. A continuación nos enfrentamos a una de las maravillas, The Last Human Gateway, publicado como single del club de fans y que contiene solamente la sección de la mitad del tema. El tema fue grabado de forma distinta al original y se publicaron tan sólo 361 copias. Hollow Afternoon, proviene de un single que la banda regaló en el Marquee londinense en 1984, reelaborado para esta ocasión, y es, como podéis deducir inédita. Apathetic And Here, I… es la contribución que IQ realizó para el Mannerisms, un disco tributo a la música del tristemente desaparecido Geoff Mann y su banda Twelfth Night. El resultado fue una versión realmente épica que muchos de vosotros ya habréis disfrutado con anterioridad. Seguimos con otra colaboración. Esta vez fue para la recopilación de la desaparecida SI Music, titulado SI Compilation Disc Too (1993). El tema es N.T.O.C (Resistance) un buen tema con un vaivén comercial que lo hace muy agradable de escuchar. Eyes of the Blind pertenece también a las sesiones de Subterranea. Y llegamos a una de las locuras del grupo, Barbell Is In, el famoso single de 12 pulgadas publicado en 1984, con un ritmo reggae impropio de una banda progresiva que cultiva estas extravagancias de vez en cuando (sobre todo en los directos). The Bold Grenadier es un tema tradicional que IQ grabó para su club de fans en 1987, y que agrega un elemento folk a la música del grupo. My Legs es una extravagancia de Tim Esau, Les Marshal y Peter Nicholls en la que por medio de un diálogo a varias bandas, se saca partido a un juego inmenso de voces, que hubiera encantado al Peter Gabriel de los primeros discos de Genesis (¿o es quizá un tributo a ellos mismos?). Entramos en la etapa de Paul Menel, que canta en el tema Fascination, publicado en 1987 como un single de su club de seguidores. Un clásico. Se trata de una versión grabada en la época en la que el grupo estaba en los estudios grabando Are You Sitting Comfortably? Y la verdad es que el sonido recuerda poderosamente al disco.  Hollow Afternoon es la cara B del single regalado en el Marquee el 31 de diciembre de 1984 (se editaron tan sólo 500 copias). Y el disco termina con tres joyas: Awake and Nervous, Just Changing Hands y Widow’s Peak, que provienen de la sesión que IQ grabaron para el BBC Friday Rock Show emitido el 11 de mayo y el 20 de julio de 1984. Widow’s Peak es una maravilla y es la mejor e impagable versión del tema que se conoce, incluida la definitiva que se grabó para The Wake. Su escucha merece, y mucho, la pena. Una auténtica joya y un tema favorito personal de todos los compuestos por el grupo.
Disco imprescindible para aquellos que se afanan en buscar rarezas del grupo y que de verdad no defraudará. Para el resto, un incunable que nos muestra la evolución lógica de un grupo que encabeza todas las listas progresivas de todos los rincones del mundo. Imprescindible.

GERARD: LIVE IN MARSEILLE-BATTLE TRIANGLE


GERARD: LIVE IN MARSEILLE-BATTLE TRIANGLE (1999, MUSEA)


4/5

Es indudable que la calidad de un grupo se demuestra con su sonido en directo y en este caso la calidad intrínseca de los prolíficos japoneses Gerard, liderados por ese genio de los teclados que es Tosio Egawa, queda refrendada en este CD en directo que repasa la carrera del grupo de una manera espectacular, soberbia y aplastante. Teclados impresionantes suenan con fuerza en cada uno de los temas que conforman este disco, con una base rítmica de excepción formada por el bajista Atsushi Hasegawa, y el poderoso Masuhiro Goto, que recorren los intrincadísimos pasajes de la música compuesta por su teclista.
Desde Chaos 5:35, pasando por Meridian 3:22, The Act of the Apostles 4:52 o Pandora’s Box 12:09, el oyente no tiene ni un momento de descanso ante la avalancha de sonidos y ritmos que se le avecinan en cada minuto de la escucha de esta genialidad. Incluso se atreven, y de qué forma, con La Conquista della Posizione Eretta 5:25,  de otros monstruos consagrados, los italianos Banco, consiguiendo uno de los momentos más espectaculares del concierto, con una versión que quita el hipo.
Imagina a un Emerson totalmente desbocado con su Hammond y te harás una idea de cómo suena este directo. Ciertamente indispensable en tu colección junto a los demás publicados por la banda o por Egawa. Recomendado

FRUITCAKE: POWER STRUCTURE


FRUITCAKE: POWER STRUCTURE (1998, CYCLOPS)

4.5/5


Después del éxito que supuso su cuarto anterior trabajo, One More Slice, los noruegos Fruitcake nos asaltan con otro disco de rock progresivo de categoría excepcional. La banda está formada por mi querido Päl Sovik (mil y un proyectos) a la batería y las voces, Helge Skaarseth, teclados y mandolina (que me recuerda poderosamente a Rick Wakeman, no por su técnica, sino por su sonido global a las teclas), Nina C Dahl, flautas, Robert Hauge, guitarras y coros, y Olav Nygard, bajo y pedaleras. Juntos han compuesto un disco sinfónico a la manera clásica con inteligentes desarrollos y pasajes instrumentales que requieren una técnica y un sentimiento fuera de lo común. Así son notables las intervenciones de Skaarseth y Robert Hauge, que crean poderosos duelos instrumentales con sus teclados y guitarras, respectivamente. El sonido general de este Power Structure se acerca a propuestas de los setenta de grupos como Fantasia o Kaipa. Las voces crean atmósferas misteriosas y el conjunto de elementos sinfónicos clásicos y folklóricos provocan sensaciones que difícilmente se pueden olvidar. Ahí están temas como Hold Your Ground 7:09, The River of the Dog 4:05, la buenísima The Bogey man (part 2) 7:13, Velvet Night 5:30, Touched by the Fire 7:46 (exquisita), There’s an Angel 4:26 (que hubiera salido como cara A de single años atrás), This One will Make us Rich 6:30 (una soberbia pieza instrumental que expone la fuerza de intenciones de este grupo), y el final del CD, Silence Reigns 7:48, que cierra magistralmente esta buena obra de los noruegos.
Realmente el conjunto (presentación y música) es una de las obras progresivas hechas en la actualidad con mayor sonido añejo de las que he escuchado últimamente. De hecho, agradezco ese sonido antiguo y esa concepción clásica a la hora de componer. Hace que la obra gane enteros a la hora de su aceptación. Sin duda, este es otro clásico del rock progresivo, que en futuros años se revalorizará musical y económicamente hablando. Otra obra maestra de las frías tierras del Norte de Europa. Y ya son legión…

lunes, abril 02, 2012

FINISTERRE: IN OGNI LUOCO


FINISTERRE: IN OGNI LUOCO (1999, MUSEA)

4.5/5


Sin duda que Finisterre es el grupo que menos defrauda a sus seguidores. Y es que no queda más remedio que rendirse ante la música de los italianos ya desde las primeras notas de este In Ogni Luoco, un disco que marca la evolución de un grupo, que lleva tras de sí la estela de la genialidad con álbumes que parecía que eran difícil de superar. Pues señores, Finisterre ha conseguido el no va más con esta maravilla plateada que, sin duda ninguna, pasará a los anales del progresivo de los 90 como uno de los discos progresivos más hermosos y delicados que se hayan compuesto para loor del género. Finisterre han alcanzado la madurez como grupo y como creadores de música, con un trabajo ecléctico lleno de matices, arreglos verdaderamente arriesgados e ingeniosos, quebrando los ritmos a su libre albedrío, para mostrarnos que realmente en la variedad está el gusto. Y todo ello sin perder en ningún momento el hilo narrativo (musical) de esta obra, sin desaprovechar ninguna oportunidad para mostrar que la creatividad del grupo es amplísima, sin divagaciones fáciles, y enseñando los dientes en cada minuto de las composiciones. Incluso creo adivinar un cierto “envejecimiento” en el sonido general de la obra, como una especie de guiño al pasado con elementos étnicos y jazzísticos del presente, mezclado con momentos clásicos (Pink Floyd o Banco en mi mente) para abrir una puerta nueva dentro del progresivo actual.
En esta ocasión se ha dado más importancia al elemento musical (ampliamente mostrado también en su anterior trabajo In Limine), para dar más importancia a la música que al elemento vocal (casi inexistente como tal). Desde Tempi Moderni 4:55, sabiamente unida a Snàporaz 6:42 (con multitud de voces dialogadas, lo que le da un cierto aire a banda sonora imposible), pasando por la emoción de Ninive 3:57 (impresionantes esos arreglos para guitarras y vientos), en una mezcla entre Pink Floyd, Porcupine Tree u Ozric Tentacles, que de nuevo se une al tema que da nombre al disco, In Ogni Luogo 3:22, muy floydiano (guitarras y melancólicos Moogs obra, éstos últimos, del inefable Boris Valle, que también se nos revela como un enamorado de los sonidos del Mellotron, sonidos, imagino sampleados, que una y otra vez se escuchan a lo largo del CD) y mediterráneo (debido a la sugerente voz de Francesca Lago), con una acertadísima inclusión de un violín excepcional (Sergio Caputo), para pasar a uno de los temas complejos del disco, Coro Elettrico 7:11, con frenéticos violines y guitarras emocionadas, que nos recuerda pasajes caóticos propios de bandas como King Crimson o Anekdoten. Le Citta’ Indicibili 3:12 es un ejercicio renacentista a la guitarra (Stefano Marelli) con inclusión de guitarras, dando lugar a un tema cuasi tradicional que me recuerda poderosamente ciertos fragmentos del Starway to Heaven de los míticos Led Zeppelin, tamizados por una idea mucho más progresiva, como es evidente, que la del cuarteto inglés. Seguimos con fuerza con el siguiente tema, Agli Amici Sinestetici 5:22, un tema muy dinámico que va evolucionando suavemente hacia posturas más contenidas creando un equilibrio casi mágico e lo largo del tema. Continuita’dilaraneltempo 8:29 es el tema más largo del disco, con un  fondo suave, casi de soft jazz, que sirve de lucimiento a la voz de Francesca, para poco a poco ir embriagándose de sinfonismo gracias a las guitarras y teclados y al estupendo ejercicio rítmico de ese genio que es Fabio Zuffanti (bajo) y su batería Andrea Orlando. Peter’s House 3:50 es como si IQ se hubieran unido al grupo y estuvieran haciendo una jam instrumental (incluyendo originales vientos). El disco concluye con otro tema original, y no tan sólo por su título, Wittgenstein Mon Amour 1.12 2:58, sino por su instrumentación contemporánea y mediterránea a la vez.
Un gran disco de los italianos que se lo están poniendo realmente difícil ellos mismos si quieren mantener el nivel en composiciones venideras. Si te gusta la búsqueda de la modernidad, si Porcupine Tree y la base lírica de Camel o Pink Floyd te hacen reflexionar, sin duda que con In Ogni Luoco pasarás momentos realmente emocionantes.

EZRA: BIG SMILEY SUN


EZRA: BIG SMILEY SUN (1999, CYCLOPS)

4/5

Lógica continuación de Shapes, también publicado en Cyclops, con este Big Smiley Sun en el que el grupo galés incorpora nuevos elementos, sobretodo técnicos, para mantener el interés en su exquisita música progresiva. Además al trío original, Andy Edwards (guitarras y voz), Gareth Jones (bajo) y Daz Josephs (batería) se les unen los Fyreworks Robert Reed a los teclados y Danny Chang a las guitarras. El resultado de este disco andaría de la mano de un progresivo floydiano, gracias a las guitarras de Edwards, principalmente, y Chang, con elementos más contundentes propios de un hard rock de corte Rush, debido, en parte, a la inmensa labor de la sección rítmica.
Ahí están temas como Under the Bed 5:36, Big Smiley Sun 8:04,  una mezcla de grandilocuencia hard  sinfónica y acústica, Waiting for the Day 5:53, una especie de Rush haciendo neo progresivo con hincapié en las guitarras, The Six Degrees of Separation 2:13, lleno de una tristeza y melancolía contenidas que la convierten en una maravilla  de pieza (me llega a recordar ciertos pasajes finales del Muro de Pink Floyd, pero sin que para nada suene al Muro, qué extraño), la extraña Alone 7:09, uno de las mejores composiciones, con una gran instrumentación compleja que soporta el tema, o Ming Thing 11:15, para mí lo mejor del disco y del grupo, donde se centralizan el sonido y las intenciones progresivas de trabajar de Ezra, con un excelente trabajo a las eléctricas y a los teclados (recuerdan los mejores momentos de Pendragon, pero con personalidad propia).
Gran disco de una gran banda que, espero, pueda dar el campanazo con su próximo CD, que deberá ser más homogéneo (con grupo completo, por favor), fresco y, si puede ser, más complicado en largos desarrollos, que es donde la banda se explica a la perfección. De todos modos, si te gustó el anterior, éste está muy por encima de él.

domingo, abril 01, 2012

ZELLO: QUODLIBET


ZELLO: QUODLIBET (1999, MUSEA)


4/5

Esta fue la segunda entrega de los suecos tras dos años de silencio. Y la verdad es que nos encontramos ante una obra compleja y pura dentro del rock progresivo. Influencias de Jethro Tull, Kaipa, Kansas, UK o Yes están reconocidas en su música, todo tamizado por un grupo original compuesto por dos teclistas, Anders Altzarfeldt (Hammond, mellotron y teclados varios), Mats Olsson (teclados adicionales tales como el Moog o el mellotron), Lennart Glenberg-Eriksson (violín), Danne Lindell (bajo), Svetlan Raket (batería y percusión) y P-O Saether (voces). Además de las influencias anteriormente citadas (y reconocidas por el propio grupo), se pueden escuchar ecos del mejor Keith Emerson en pasajes teclísticos de fuerza inusitada, Flag of Convenience 10:10, ecos folklóricos en I Will Be the Wind 6:53, Spaken 1:04 (bellísimo interludio musical) ó Prastpolskan 0:57 que sirve de puente de enlace con la macro suite Zwecia 25:29, un temazo que mezcla movimientos instrumentales y vocales y que resume el poderío y voluntad de esta increíble banda, que basa su sonido en el excelente uso del Hammond y del violín, en una especie de mezcla Kansas (realzado por la extraordinaria voz de su cantante) y ELP, que da lugar a un engendro progresivo con matices de obra maestra. En los momentos instrumentales a los teclados parece que estamos en plenos años 70, y con esto digo casi todo de estos suecos. El disco se cierra con Anthem of the Long Forgotten Loss 8:22 (perfectamente podría haber estado incluido en cualquiera de los primeros vinilos de Kansas y nadie se hubiera dado cuenta, además el título lo dice todo) y con Ekelundapolskan 0:53 (de claro sabor tradicional y folklórico sueco).
En resumen, decir que el rock progresivo aún tiene fuerza en los grupos que realmente cultivan el género con amor y lealtad. No es casualidad que diga esto al tratarse de un grupo nórdico, pues ellos han sabido aunar tradición y sinfonismo para tratar de preservar el espíritu del género. De verdad que buena falta hace que grupos como Zello sigan adelante y destierren los ecos del neo progresivo más machacón y falto de originalidad (o sea, casi todos). No podéis dejar pasar esta oportunidad.

VESANIA: VESANIA


VESANIA: VESANIA (1999, RECORD RUNNER)


3.5/5

Vesânia es la respuesta brasileña a Anekdoten y en verdad que la crudeza del cuarteto brasileño, recuerda ambientes más propios de los nórdicos que de las cálidas arenas de su país. El cuarteto practica un rock progresivo descarnado con multitud de matices y polirritmos que llevan a composiciones muy atormentadas de gran intensidad musical.
Estamos ante el debú de un magnífico grupo progresivo instrumental muy basado en música que se desarrolla in crescendo hasta alcanzar verdaderos orgasmos musicales en su cenit. La comparación con Anglagard o King Crimson no es nada descabellada si atendemos a la emotividad en los desarrollos creados a partir de teclados y guitarras, con continuos cambios de ritmo y de melodía que hacen de cada uno de los temas de este disco un mundo denso para descubrir y no caer en el aburrimiento. Marcelo Manieri se encarga de las ácidas guitarras, muy hirientes y trabajadas; Juliano Demarchi (bajo) y Lucio Bonzatto, batería, crean una sólida base donde se asientan los ritmos de los temas de Vesânia;  y Ricardo Bonzatto, a los teclados, es el perfecto colchón sobre el que la melodía descansa.
El disco se basa supuestamente en la experiencia que muchas personas tienen cuando caen en coma profundo y al despertar relatan la existencia de un  extenso túnel con una luz incierta en su final. Y de ahí surgen temas como Freiráticos 5:42, que abre el disco, Nebulosa 7:15 (uno de los mejores cortes del CD), Tatragramaton 7:03 ó el estupendo Zenuslabó 7:03, por citar algunos de los que componen este estupendo disco.
En definitiva un gran descubrimiento que gustará a los seguidores de grupos nórdicos al estilo Anekdoten o Anglagard, con intensos pasajes dominados por teclados y guitarras y que hará las delicias del amante del progresivo actual desvestido de clichés. Recomendado.