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martes, febrero 26, 2013

EL NUEVO PROGRESIVO DEL FUTURO. COMPUTERCHEMIST: SIGNATURES I & II




Computerchemist: Signatures I and II

País: Hungría
Género: Krautrock
Fecha de publicación: 6 de enero de 2013

Temas:
Signatures I
  1. Caterpillar pirouette
  2. Dobdub
  3. Zsotmatic 10
  4. Corporatosaur
  5. Six phase mains
  6. Convection of the 9
  7. Broken daliuette
  8. Landform 2012 (tema extra) 
Signatures II
  1. Strangeness in 13
  2. Goodbye, Moszkva tér
  3. Floor zero
  4. Commution
  5. Forgotten memory
  6. Smeem
  7. The needs of the many
  8. Bongo in 4 (tema extra)
Formación:
Dave Pearson: teclados, programación de secuenciadores, bajo y guitarras
Zsolt Galánti: batería

Esta nueva doble entrega del multiinstumentista Dave Pearson, más conocido como Computerchemist, nos ofrece otra poderosa muestra de la inteligente combinación que el artista húngaro sabe regalarnos en forma de krautrock aderezado con elementos del rock progresivo en su momento más álgido. La música de Dave ha sido encuadrada dentro de la escuela berlinesa, que tenía cierta tendencia al rock progresivo y mucho más aún al jazz rock y su música se enmarca, precisamente, en esa combinación de estilos electrónicos, fuertemente influenciados por Tangerine Dream o Klaus Schulze, y sonidos progresivos muy cercanos a Pink Floyd, sobre todo por la utilización de la guitarra en un estilo parejo a David Gilmour.
Para esta ocasión se ha acompañado del batería Zsolt Galántai, antiguo miembro de los metaleros Ossian, en una especie de experimento en el que la música gira en torno a las evoluciones de los elementos percusivos de Zsolt. El resultado es una música de exquisito sabor electrónico con enormes pasajes a los teclados, creando colchones ambientales más propios de los setenta que de la actualidad. Desarrollos extensos y delicados, llenos de inteligencia sonora donde los sueños se recorren a través de inefables efectos sónicos que surgen de unos admirables teclados, tocados con maestría, que crean ambientes cuasi oníricos, donde la presencia de lánguidas guitarras progresivas dan una profundidad a su música fuera de lo común. Una exquisita producción instrumental donde está garantizada la imaginación, tanto del compositor, como de los ejecutores de estas dos obras maestras, como la del oyente, que viajará por recordados mundos nostálgicos de los setenta desde una perspectiva actual. Totalmente recomendable para cualquier seguidor del género, para deleite de sus oídos y de su mente. Gracias Dave, Set the controls for the heart of Computerchemist.


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