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miércoles, octubre 15, 2014

CORVUS STONE: CORVUS STONE II



CORVUS STONE: CORVUS STONE II (2014, MELODIC REVOLUTION RECORDS)

  1. The simple life 1:59
  2. Early morning call 3:51
  3. Boots for hire 8:58
  4. Sneaky entrance in to Lisa 0:30
  5. Purple stone 3:21
  6. A stoned crow meets the rusty wolff rat 7:37
  7. Lisa has a cigar 0:46
  8. Mr. Cha Cha 4:49
  9. Dark tower 1:48
  10. Scandinavians in Mexico 5:06
  11. Mystery man 6:37
  12. Camelos bactrianus (tuolla tuonnempana) 8:42
  13. Uncle Schunkle 4:37
  14. Eternal universe 3:52
  15. Moaning Lisa 14:07
  16. Campfire (Tulen Luona) 2:17
Formación:
Colin Tench: guitarras
Petri Lemmy Lindström: bajo
Pasi Koivu: teclados
Robert Wolff: batería y percusión
Músicos invitados:
Phil Naro (Duckfarben, Talas, DDrive, Backhand): voz en 1 y 14
Sean Filkins (ex Big Big Train, solo): coros en 2, voz en 10 y 15
Stef Flaming (Murky Red, Transmission Rails): voz en 3
Blake Carpenter (The Minstrel’s Ghost, Voice of the Ensalved): primera voz en 5, voz en 9 y 11
Trimo Rautiainen (Trio Niskalaukaus, solo): voz en 12 y 16
Andrés Guazzelli (solo, CTP): segunda voz en 5
Germán Vergara (Aisles): segunda voz en 15
Matti Kervinen (Pax Romana)
Víctor Tassone (Unified Past, Andy John Bradford’s Oceans 5): percusión

10/10

Con esto de la globalización hay dos problemas. Por un lado la enorme cantidad de  posibilidades para mostrar un producto y la proliferación de plataformas de escucha en tiempo real lo que, en la mayor parte de los casos, está provocando una caída de la calidad musical. Pero, por otro lado, y es el que más me preocupa, es que muchas de esas músicas pasarán inadvertidas y muchas obras maestra dormirán el sueño de los justos. Es aquí donde entra en juego el factor de la promoción, que al no estar respaldada por una gran firma, se hace de forma local, eso sí con mucha ilusión, pero no llega a traspasar las fronteras de este mundo en el que tan pronto como algo sale se queda desfasado. Pero también entra la labor de los periodistas y comunicadores, independientes en su mayor parte, que han de luchar contra viento y marea, para dar a conocer ese producto, que en el mejor de los casos tiene una fecha de caducidad que no llega más allá de un par de meses. Algo totalmente injusto.
Después de esta larga introducción, vayamos a lo que es este caso de este grupo multinacional afincado en Finlandia. Corvus Stone es el ejemplo más claro, de lo que a unos músicos de asombroso talento, pero sin apenas promoción, a excepción de los medios relacionados y especializados, les puede suceder: caer en el olvido. Y no es justo, porque en este segundo esfuerzo de esta excepcional banda lo que se nos presenta es una auténtica Obra Maestra, con mayúsculas, sí, de rock progresivo en su vertiente más clásica, llena de influencias de los géneros maestros (blues, rock, space…) que rodean al progresivo.
Corvus Stone II es un disco muy trabajado, en el que se pueden escuchar influencias de Jethro Tull, Pink Floyd, Yes, Santana, Mike Oldfield, del rock andaluz incluso, Deep Purple y de un sinfín de esencias musicales que la agrupación no desdeña en ningún momento en aras de un resultado final de enorme calidad. Temas musicalmente construidos desde la complejidad musical, sin llegar a ser pretenciosos, aunque magníficamente elaborados desde un profundo sentimiento, no exento de técnica, que los convierte automáticamente en maravillosos.
Si este disco se me hubiera presentado sin nombre ni edad, yo, inmediatamente, habría pensado que se trataba de un oscuro grupo progresivo de la primera mitad de los setenta que por algún motivo arcano había permanecido oculto. Y es que ese sonido totalmente retro, que su guitarrista Colin Tench me asegura no ser premeditado (el asunto les mana de esta forma natural), hace que uno piense en la década dorada del género y se le haga la boca agua. Pero, no. Afortunadamente es un grupo contemporáneo que puedo, podemos, disfrutar en su esplendor temporal sin tener que recurrir a compras extraordinarias o subastas increíbles para adquirir la joya que supone poseerlo. Una joya engastada en sutilezas rock, folk e, insisto, en retro progresivo que se eleva hasta alturas insospechadas hoy en día.
Complejos arreglos, exquisiteces vocales llenas de armonías, cuasi hippies, guitarras excelentes, planeadoras, emotivas y delicadamente fluidas y llenas de sentimiento, inteligentes recorridos a los teclados, con solos sin exhuberancia pero llenos de hermosura, y una sección rítmica compleja y profesional que pulsa la música de Corvus Stone desde su propio corazón. Todo aderezado con pulcritud, emotividad desorbitada, un gran sentido del humor (impagables esas voces en español) y, por encima de todo, honradez, honestidad que tanta falta hace en el género en la actualidad… En fin, emoción a raudales y calidad desbordante en este trabajo que, sin duda, se convierte en uno de los imprescindibles no ya de este año, ni de este siglo o del pasado, sino de toda la Historia del Rock Progresivo.
Yo no me lo pensaría dos veces. Im-pres-cin-di-ble.

2 comentarios:

  1. Hoy me los recomendó Spotify, me dejó tan prendado su sonido que quise buscar más de ellos y llegué a tu página. Creo que seguiré un rato más por aquí.

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