El productor e ingeniero, cuyo
trabajo con los pioneros del progresivo Yes y Emerson, Lake & Palmer los
lanzó a las listas internacionales, recuerda el periodo de los setenta como un
tiempo de exploración y creatividad sin rival: “Teníamos una libertad total en
los setenta en cuanto a las interferencias de las compañías de discos. Aparecían
ocasionalmente, pero no se metían con los temas o con lo que estuviéramos
haciendo en ese momento. Se les daba lo que querían y punto.”
Durante gran parte de la década,
Offord era, prácticamente, un inquilino en los estudios Advision de Londres: “En
verdad que era un buen estudio y el equipo era de primera línea. Para mi gusto,
la acústica de la sala de grabación era un poco apagada. Experimenté mucho con
láminas de madera contrachapada. Era un lugar de trabajo muy cómodo.”
La respuesta de la crítica al
rock progresivo (“nunca utilizamos ese término, sino que lo llamábamos ‘rock clásico’”)
fue muy agresiva y a mediados de la década los músicos punk se ensañaron
directamente contra grupos como ELP o Yes. Offord afirma que la dura crítica y
los comentarios hirientes se ignoraban en el estudio: “Estas bandas tenían un
gran éxito, así que no prestábamos atención a lo que se decía. Millones de
seguidores disfrutaban con piezas de veinte minutos. De todos modos, la gente
que compraba los discos no eran, que digamos, críticos.”
A finales de los setenta Offord
se establece en Estados Unidos, trabajando en Woodstock, New York, Atlanta,
Georgia y Los Ángeles… y en 1994, tras haber trabajado en 311 álbumes decidió
que ya era bastante y se dedicó a viajar alrededor del mundo con su esposa en
su yate. Todo iba bien y él mismo se considerada jubilado del oficio, pero hace
dos años su hijo, Sam, le invitó al estudio para ver a The Midnight Moan y se
quedó impresionado. Offord produjo el debut de esta banda en los Pyramid
Studios de Nueva York. Todo ha sido una especie de vuelta al trabajo, “supongo
que he regresado al juego. Tengo ese gusto por la producción otra vez, aunque,
para ser honesto, echo de menos mi barco.”
Esto es lo que opina de artistas progresivos
con los que ha trabajado
.
EMERSON, LAKE & PALMER
“Me lo pasé bomba con estos
tipos. Siempre estaban de buen humor para hacer el tonto y hacer bromas. Musicalmente
encajaban de modo perfecto. Eran personalidades muy dinámicas y diferentes. No
recuerdo tensiones entre ellos. Si surgió algún problema entre ellos, yo ya no
estaba trabajando a su lado. Lo desconozco.
Keith Emerson es probablemente el
pianista más extraordinario y con más técnica de todo el rock and roll. Recuerdo un
tema con él, titulado “Jeremy Bender”, de Tarkus, y quería un sonido honky tonk.
Había un Steinway en Advision y su parte la grabó en tres pistas. Ralenticé la
cinta para conseguir un ligero efecto de desafinación y cuando lo volvimos a
poner, sonaba con un únio músico tocando un único piano. Esa era su forma de tocar, cada
nota estaba sincronizada.
Los sonidos de su órgano… Dios mío.
Venía al estudio con tres o cuatro Leslies y toda clase de Marshalls. Ocupaba
toda una pared con todo. Sonaba increíble.
Por aquel entonces Robert Moog
inventó el sintetizador. Teníamos uno de sus primeros modelos en el estudio. En
un principio me encargué de programar los sonidos para Keith. Él decía, ‘oh,
eso suena bien… me gusta’. Al final, él mismo lo perfeccionaba y se convirtió
en un verdadero genio. Los primeros sintetizadores no eran polifónicos, solo
podías tocar una nota, así que si querías una sección de vientos, tenías que
hacer seis o siete tomas para que sonara bien. Costaba mucho tiempo.
Los conceptos y la estructura de
los temas ya venían antes de que se metieran en el estuido. Ellos pasaban más
tiempo juntos con la música que Yes. Había un montón de experimentación con
ELP. Los temas podían cambiar en cualquier momento.
En Tarkus hay un tema titulado “Are
you Reddy, Eddy?” Normalmente, durante cada toma, Greg Lake me preguntaba ‘¿estás
preparado, Eddie?’, y yo contestaba ‘sí, estamos grabando.’ Lo que yo no sabía
es que habían estado ensayando esta canción en secreto y me la soltaron de
sopetón, como una broma. Más tarde, decidieron incluirla en el disco.
Había una mujer mayor de Cockney
que trabajaba en los estudios Advision y nos hacía sándwiches. Al grupo le
encantaba preguntarle que había de comer. Su respuesta era siempre la misma: ‘solo
tenemos jamón o queso. La grabamos y la pusimos al final de la pista.”
Álbumes en los que ha sido
ingeniero: Emerson, Lake & Palmer (1970), Tarkus (1971), Pictures at an
Exhibition (1971) y Trilogy (1972)
YES
“Nos convertimos en una especie
de familia y yo casi era el sexto miembro del grupo. Eran músicos geniales,
pero no había egos. Nadie intentaba pasar por encima del otro. Lo importante
eran las canciones y el disco.
La banda venía con alguna idea,
pero los temas se desarrollaban en el estudio. Después de haber grabado todo en
el álbum, tenían que aprenderlo todo para poderlo tocar en directo. Había muchísima
experimentación… y edición.
Trabajé con ambos baterías,
primero con Bill Bruford y luego con Alan White. Bill era muy inocente para mi
gusto. Era extraordinario, pero yo quería sacarle cierto sentimiento. Alan es
un músico conmovedor. Va ligeramente detrás del golpe, pero lo hace de manera
correcta. Fui muy duro con él al principio que tocaba con Yes a causa de los
compases. No fue hasta la segunda gira que empezó a cogerlos. Cuando lo hizo,
se convirtió en un músico fantástico. Tocaba como un demonio “Starship Trooper”.
Jon Anderson no era muy buen músico,
pero venía con las canciones y la banda las iba arreglando conforme les añadían
cosas. Tenía una visión muy cinematográfica. Decía cosas como, ‘oigo bombas que
caen’ o ‘escucho una cascada’. Así es como describía sus ideas musicales.
A Bill Bruford no le gustaba que
Jon jugase con los temas cuando ya estaban grabados. Recuerdo una vez que estábamos
probando algo, Jon quería algo de echo en el fondo, y Bill se levantó y gritó, ‘¿por
qué no pones todo el puto disco con eco desde el principio?’ Pero lo que aprendí
trabajando con ellos fue que si alguien tenía una idea, es mejor probarla que
sentarse a debatirla.
Hicimos temas largos, pero eran
magníficos. Nunca sentí que nada fuera demasiado extenso. Si una pieza de
veinte minutos ocupa toda tu atención es que funciona. He escuchado canciones
de tres minutos que son mortalmente aburridas.”
Offord fue el ingeniero de Time and a Word
(1970). Ingeniero y coproductor en The Yes Album (1971), Fragile (1971), Close
to the Edge (1972), Yessongs (1973), Tales from Topographic Oceans (1973),
Relayer (1974) y Union (1991). Coprodujo Drama en 1980.
DIXIE DREGS
“Yes tenían problemas para reproducer
sus álbumes en directo, así que me fui con ellos de gira para ayudar con el
sonido. Tenía esas máquinas de cintas que entraban justo con los órganos de tubo y
cosas como esas. Era una pasada. Viajábamos en aviones privados y nos alojábamos
en hoteles de primera. Es difícil para grupos que intentan despegar, pero una
vez que has llegado arriba, la vida es mucho más bonita.
“Durante estos días me había
fabricado mi propia consola que me permitía hacer el sonido para Yes y grabar
sus conciertos. Era fantástico. Me la llevé a Woodstock y grabé a mucha gente
allí, y luego me la llevé a Atlante, Georgia. Me compré una vieja sala de cine,
uno de esos lugares con un escenario y un órgano de iglesia, y es cuando una de las
bandas de la zona me llamó. Eran los Dixie Dregs.
Supongo que era rock progresivo,
pero tenían una cosa muy country… era como rock progresivo country. Steve Morse
debía de ser el guitarrista más rápido del mundo. Tocaba jodidamente rápido.
¡No me lo podía creer!
Los temas ya estaban escritos
antes de entrar en el estudio. No les ayudaba a dar forma a ningún tono ni
nada. Todo estaba preparado para grabar. Su pobre violinista, Mark O’Connor,
tocaba algo y para todos sonaba bien. Steve Morse siempre encontraba problemas de
tono e insistía en hacer tomas múltiples.
Nunca escatimaba esfuerzos: pasábamos
mucho tiempo con sus solos de guitarra. Se pausaba cada dos compases cuando lo
normal sería hacerlo cada diez. Yo no lo denominaría como muy espontáneo, pero
conseguía lo que quería.”
Offord coprodujo, con Steve Morse, el álbum
Industry Standard de 1982.
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