La letra A es para Jon Anderson,
uno de los más conocidos y mejores cantantes al frente de un grupo. Jon
Anderson estuvo al frente de la banda Yes en la etapa más clásica de la década
de los setenta y también en el resurgimiento de la misma en los ochenta. También
es conocido por su asociación con el teclista Vangelis con el que grabó varios
trabajos dignos de mención.
Expulsado de Yes por un problema
de salud ha vuelto mucho más fuerte con varios proyectos en el bolisllo. Su
tono de voz es distintivo dentro del rock progresivo y encaja a la perfección
con las, digamos, impenetrables letras de sus temas.
También podemos incluir en esta
letra a Asia, un supergrupo formado en los ochenta con procedencia elitista de
grupos pioneros del progresivo en la década de los setenta: Yes, King Crimson y
ELP. Su mezcla de rock progresivo y AOR los encumbró en las listas de éxitos
durante varios años, a la par que los críticos se rasgaban continuamente sus
vestiduras.
Hay que citar a Amon Düül, en
cualquiera de sus acepciones (I o II) o, lo que es lo mismo, la facción política
de los grupos experimentales alemanes que dieron lugar a artefactos psicodélicos
en estructuras de rock espacial.
Tampoco puedo dejar de citar a
Ars Nova, la versión femenina y japonesa de un cruce entre ELP y Goblin. Un
grupo con una fuerte influencia de la música clásica con un resultado musical
totalmente virtuoso y feroz.
También tiene cabida, en esta
breve nota, Ayreon, el proyecto del holandés Arjen Lucassen que introdujo de
nuevo el concepto de ópera rock en el espacio hard progresivo recuperando
talentos olvidados y ensalzando figuras esenciales en el rock progresivo de la
actualidad.
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