EL NUEVO PROGRESIVO DEL FUTURO. CARPET: ELYSIAN PLEASURES

Carpet: Elysian Pleasures

País: Alemania

Género: psicodelia progresiva

Sello: Elektrohasch

Fecha de publicación: 2 de mayo de 2013

Temas:

1. Elysian pleasures
2. Nearly four
3. Man changing the atoms
4. In tides
5. Serpentine
6. Birds’ nest
7. Smoke signals
8. For the love of Bokeh

Formación:

Maximilian Stephan: guitarras, voz, mini Moog, clarinete, melotrón

Jackob Mader: batería, percusión, vibráfono, marimba, xilófono, carillón

Sigmund Perner: Rhodes, piano de cola, órgano, acordeón, melotrón

Hubert Steiner: bajo

Músicos invitados:

Andreas Unterreiner: trompeta, fiscorno

Jan Kiesewetter: saxofón

Carpet comenzó como un proyecto en solitario en el año 2009 con la publicación de The Eye Is the Heart Mirror y el proviene de la unión de músicos de Dear John Letter (Ausburgo) e Instrument (Munich).

Este trabajo de los alemanes presenta una variada propuesta progresiva, muy melódica, casi intimista, con una gran exposición en cuanto a instrumentos y una variada riqueza musical en la que nos podemos encontrar sabores psicodélicos, aderezados con armonías vocales muy al estilo Beatles, pero con poderosos elementos muy trabajados que provienen del eclecticismo musical de un Frank Zappa, y con aspectos que provienen de un art rock clásico vía King Crimson y una ambientación atmosférica de unos primeros Pink Floyd.

Con esto no quiero decir que Carpet sea una copia de los artistas que he citado, sino que más bien estamos ante un conjunto que bebe de las fuentes originarias, para desarrollar un disco de carácter muy propio, en el que hay cabida para todo tipo de influencias. Una música muy bien ejecutada e ideada desde el principio, con complicadísimos arreglos, pese a esa aparente facilidad a la hora de exponer sus temas, pero con una riqueza inmensa.

Carpet es un gran grupo que nos devuelve a la magia de los principios del rock progresivo y psicodélico de finales de los sesenta y principios de los setenta, con un sonido muy rico, perfectamente elaborado, y, por encima de todo, con una calidad extremadamente cuidada. Una delicada joya para nuestros oídos.