Hibernal: The Machine
País: Australia
Género: rock progresivo
instrumental
Fecha de publicación: 6 de marzo
de 2013
Temas:
- This high
- Downward
- An open door
- Home
- Losing Couch
- Hard at work
- No return
- One last glimpse
- Disconnection
- Years
- The coldness
Formación:
Mark Healy: todos instrumentos
Colaboración:
Rowan Michaels: narrador
Samantha Béart: Jane
Robert Blythe: Mr. Wilkins
Este exquisito trabajo
independiente del australiano Mark Healy, verdadero cerebro de Hibernal, nos
ofrece un viaje por el rock sinfónico y progresivo de excelsa calidad donde los
elementos emotivos se suceden con la asimilación del disco en su totalidad. Un
disco conceptual que hay que escuchar de un tirón (y Mark nos lo ha dejado muy
fácil) en el que nos vamos a encontrar partes narradas, maravillosamente
habladas, por cierto, y una música instrumental de eminente calidad.
El proyecto surge tras un relato
breve del propio Healy, titulado Welcome to the Machine, donde se nos relata el
ascenso de un hombre en una empresa poderosa, quien en cada promoción que
recibe entiende que tiene que sacrificar parte de sí mismo. Bajo este
argumento, la música contenida le sirve de pretexto a este multiinstrumentista
para ofrecernos un sonido jugoso, sólido de ideas, excepcionalmente ejecutado y
en clara referencia a los discos conceptuales instrumentales de toda la vida, pero dentro de un prisma totalmente orginal y con un sonido totalmente actual y delicado. Un
ejercicio instrumental, casi cinematográfico gracias a la inclusión de narración
y conversación entre los personajes de la obra, en el que se mezcla lo humanamente
emocional y lo musicalmente lírico, para dar un resultado poderoso, único e
innovador.
Interludios acústicos tocados con
la maestría de un veterano y paisajes musicales rebosantes de emoción son el
resultado de un trabajo cuidadosamente elaborado, con enormes esfuerzos en la
producción y en la composición, formando un conjunto musical repleto de música
inteligente que sabe jugar sus ritmos y sus tiempos, combinando movimientos melódicos
con ejercicios dinámicos de purísimo rock progresivo.
Sería difícil poder encontrar
influencias externas a este colosal The Machine, puesto que la gran variedad
instrumental y técnica hace de esta grabación una delicadeza perceptible por
los sentidos. Quizá me provienen lejanos recuerdos de unos Porcupine Tree en
aquel Voyage 34, que contiene una similitud conceptual con este del australiano
de increíble afinidad y compenetración. Una gran obra maestra del rock
progresivo contemporáneo. Purificada y virtuosa música para la mente.
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