New Keepers of the Water Towers: Cosmic Child
País: Suecia
Género: metal progresivo,
psicodelia, rock especial
Sello: Listenable Records
Fecha de publicación: 11 de marzo
de 2013
Temas:
- The great leveller
- Visions of death
- Pyre for the red sage
- Cosmosis
- Lapse
- The cosmic child
Formación:
Victor Berg: guitarras y voz
Rasmus Booberg: flauta barroca,
bajo, guitarras, percusión, piano clásico, programación, voz y Whistler
Antonio Calbandinos: voz
Sol Tor Sjödén: batería,
glockenspiel, percusión y voz
New Keepers of the Water Towers
es un grupo sueco formado en 2006 en Estocolmo alrededor de su guitarrista y
batería en una época en la que el stoner rock y el doom hacían furor en el país.
En un principio el dúo comenzó a componer música y pronto evolucionaron hacia
una formación estable que publicó dos álbumes, Chronicles (2009) y The
Calydonian Hunt (2011) a través de MeteorCity.
Ahora graban con otro nuevo
sello, pero no han perdido de vista esa sustancial perspectiva progresiva que caracteriza
su sonido a pesar de la contundencia expositiva de la que hace gala esta buena
formación sueca. Temas inspirados y desarrollos instrumentales de gran calado
hacen de este grupo uno de los pioneros en un estilo progresivo dominado por
elementos metálicos, psicodélicos y también ambientes procedentes del doom.
Grandísimos instrumentistas saben
recrear, como nadie, enormes desarrollos musicales, dominados por ambientes
oscuros y melancólicos, llenos de sentimiento, con propuestas de sobrada solvencia progresiva. Para hacernos
una idea imaginemos unos Iron Maiden progresivos en conexión con Opeth o unos Uriah Heep clásicos para hacernos una
mínima idea de las capacidades del enorme rock progresivo de estos suecos, que nos regalan una música de
altísima calidad, no tanto por la de sus instrumentistas, de primera clase por
cierto, sino por el resultado de sus temas, compuestos y arreglados con gran
inteligencia y emotividad, y ejecutados con una vitalidad que los hace indiscutiblemente líderes
de un género aún por explorar.
Momentos melódicos y exacerbados
arrebatos eléctricos hacen de esta formación un plato más que apetecible de
degustar. Grandísimos progresivos y emocionantemente líricos.
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