SHINEBACK: RISE UP FORGOTTEN, RETURN DESTROYED
País: Reino Unido
Género: pop, electrónica, rock
progresivo
Sello discográfico: Bad Elephant
Music
Fecha de publicación: 1 de julio
de 2013
Temas:
- May you live in interesting times (blog 1)
- Is this the dream?
- Under my feet (blog 2)
- Bedlam days
- Faultlines
- Drawn outside (blog 3)
- Here come the envoys
- Crush culture
- The clock of the long now
- Fears aren’t toys
- I called him in vain (blog 4)
- Passengers
- Xo va yu
- The saint of doors
- Rise up forgotten, return destroyed
- As the rain (blog 5)
- One last perfect day
- Myowndrealand (final blog)
Formación:
Simon godfrey (Tinyfish): voz,
todos instrumentos
Músicos colaboradores:
Matt Stevens (Fierce and the Dead): guitarras,
efectos
Andy Ditchfield (DeeExpus): guitarras
Henry Rogers (DeeExpus, Touchstone, Final
Conflict, Nerve Toy Trio): batería
Dec Burke (Frost*, Alpha Flood, Darwin’s Radio):
guitarras
Hywel Bennet (The Dec Burke Band): guitarras
Paul Worwood (Tinyfish): voz
Danny Claire (Ion Blue, Michael Angelo): voz
Tamara Tanche: percusión
Shineback, o el proyecto en
solitario de Simon Godfrey de Tinyfish, muestra un interesante trabajo en el
que se fusionan la música pop, la electrónica y el rock progresivo a partes
iguales. Este debut en solitario de Godfrey se nos presenta como un trabajo
conceptual que relata un viaje fantástico al mundo de los sueños para encontrar
las oscuras revelaciones enterradas en la memoria de su protagonista, Dora.
Estamos ante un disco de difícil
ejecución, muy complejo en arreglos, con una ejecución brillante llena de
texturas musicales de amplio rango, en las que tanto las voces, con sus buenas
armonías, como los instrumentos que intercalan movimientos progresivos y electrónicos,
provocan que haya que mantener un gran cuidado en su escucha para no perder de
vista el concepto musical y lírico, que no es sino una mera excusa de Simon
para imponer toda su energía y conocimientos musicales de distinto orden,
con el objetivo de crear un ambiente tenso, emocionalmente, pero subyugante,
musicalmente hablando.
No nos encontramos ante un
trabajo fácil de digerir, puesto que, tanto la experimentación como el conocimiento
del artista, sirve de hilo conductor de una música muy compleja, con sonidos y
matices personales, engarzados con un rock progresivo complejo, fresco y de arduo
y comprometido trabajo. Los temas fluyen continuamente como una bomba de
relojería y no hay ningún tipo de descanso para el oyente, pues pasamos de
momentos delicados y melódicos a arrebatos laberínticos dentro de un caos
elaborado de forma muy deliberada y cuidada, para crear una sensación que se
intenta describir en el concepto narrativo.
No importa en ningún momento si
lo que se plasma es jazz, prog, metal o electrónica... lo verdaderamente interesante
de este disco es que está construido desde la música para la música. No importa
la técnica, sino lo natural y, más concretamente, lo primordial. Es un difícil
ejercicio psicológico desde un punto de vista musical, dando lugar a una pieza
audaz en la que el artista asume todo tipo de riesgos. Lo cual es de agradecer,
porque abre los horizontes de un género gratificante con las estructuras y la
concepción como un todo. Fue algo parecido a lo que sucedió con Pink Floyd
cuando compusieron The Wall: el concepto permitió la inclusión de elementos foráneos
a un género consolidado, expandiendo así sus características.
Buen trabajo no apto para
aquellos que no se implican ni arriesgan. Para mí, todo un acierto.
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