El teclista publicó un homenaje a
su compañero de tandos años en yes, el bajista Chris Squire, que mirió el
pasado sábado 27 de junio a los 67 años de edad después de no superar una
leucemia de tipo eritroide. Wakeman compartió una historia personal con Squire
después de formar parte de la banda en los días dorados del grupo, incluyendo
esos periodos en la banda de 1971
a 1974, de 1976 a 1980, de 1990 a 1992, de 1995 a 1996 y, finalmente,
de 2002 a
2004. Su hijo, Oliver Wakeman, sustituyó a su padre y grabó conYes entre 2008 y
2011.
Aunque, como vemos, ha aparecido
en distintos periodos de la vida de la banda, Rick Wakeman, como la mayoría de
los seguidores, está de acuerdo en que la formación definitiva de Yes estaba
compuesta por él mismo, Chris Squire, Jon Adnerson, Alan White y Steve Howe:
“Hay un extraño factor X que se genera cuando los cinco tocamos juntos. La suma
de nosotros cinco es más que un quinteto cuando nos juntamos para tocar y ojalá
supera el secreto para mantenerlo a buen recaudo. Y es algo extraño porque
somos cinco músicos individuales, cinco personas muy particulares y cuando
estamos juntos es algo… realmente extraño. No puedo… como digo, ojalá supiera
por qué y os diría en qué consiste.”
Esto es lo que el teclista
declaró en su página web al respecto de la muerte de Chris Squire:
“Sabía, como muchos de nosotros,
que Chris estaba seriamente enfermo de una rara forma de leucemia, pero había
leído también las noticias alentadoras que decían que estaba respondiendo bien
al tratamiento y me sentí optimista de que con dicho tratamiento, amor y
oraciones, lo pudiera superar. Irónicamente, escribí a Paul Silveira (el
mánager de Yes) el viernes por la tarde para preguntar cómo se encontraba Chris
y escuché la desesperanzadora noticia ayer. El teléfono no ha dejado de sonar
ni un momento y mi bandeja de entrada está llena de homenajes de tanta gente
que simplemente habla del efecto que su contribución a la música produjo a
tantos de nosotros, músicos y aficionados por igual.
Hemos perdido los que para mí son
los mejores bajistas de rock clásico: John Entwistle y ahora Chris.
Difícilmente un bajista que se precie no ha sido influenciado por uno o por
ambos bajistas.
Chris hizo del bajo el arte de
elevarlo a otra estratosfera y, junto con su talento para el espectáculo y su
preocupación por cada nota que tocó, se convirtió en alguien especial.
Aunque Chris ya no está con
nosotros en forma humana, su música no se ha ido con él y permancerá durante
mucho tiempo incluso hasta cuando los que lean esto hayan abandonado su
envoltura mortal. Ese es el gran don de la música. Ese don puede ser trasmitido
con lo que se ha creado y, por lo tanto, Chris será inmortal.
Yo, como vosotros, envío mis más
sinceras condolencias a toda la familia de Chris y espero que haya un poco de
consuelo en ellos cuando sepan el impacto que produjo en muchos de nosotros.
La muerte de Chris marca,
verdaderamente, el fin de una era.
Rick Wakeman,
28 de junio de 2015.”
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