Se me hace muy difícil escribir
sobre tu muerte: eres mi compañero eufónico desde que era un crío, hace ya unas
cuantas décadas. Son tantas las palabras que querría decirte que se agolpan
desordenadas en mi pensamiento, en mis ojos y en mi boca y me aprietan un nudo
enorme en el alma.
Músico innovador, incansable
luchador en una época de enormes posibilidades por descubrir, fuiste quien pilotó,
con mano decidida, un género que creció hasta el infinito para ser vilipendiado
cuando las notas musicales se convirtieron en símbolos de dinero. Sin embargo,
ahí continuaste, con tus descaros en solitario, con tus bandas sonoras
italianas, americanas, japonesas…, con tus proyectos personales, cuidando de un
género en desuso que, sin embargo, nunca murió y resurgió como el Ave Fénix. Y
ahí estabas tú otra vez, porque nunca te habías ido, porque nunca te irás,
exhibicionista indolente, rebelde con causa, mirando siempre hacia delante y reinventándote
con tus antiguos compañeros y con los nuevos, y con quien lo pidiera, porque lo
tuyo era comunicar, más con la imaginación y las manos que con las palabras, tu
amor por lo que hacías: Música.
Átropos ha decidido recogerte
demasiado pronto. La Parca
me deja totalmente devastado y huérfano de muchas cosas y demasiados
sentimientos. Has significado muchas cosas para mí y me has acompañado siempre
durante los momentos de mi vida, buenos y malos.
Déjame que sea yo quien te
acompañe ahora para darte las gracias y para decirte, desde un dolor profundo, hasta
siempre. Para decirte que ahora que te marchas, que descanses bien y con
tranquilidad, y que la tierra que te resguarde te sea leve.
Lo más bonito y más sincero que he leido hoy sobre la muerte del maestro (al menos en la lengua de Cervantes). Gracias :'(
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