El sexto álbum de Pink Floyd, que en el Reino Unido se editaría el 13
de noviembre, se publicó a través del legendario subsello de EMI,
Harvest. El álbum se grabó en distintas localizaciones de Londres,
incluyendo los estudios AIR, Abbey Road y Morgan.
Sin material concreto ni idea preconcebida para la composición del álbum, el grupo consideró una serie de experimentaciones que inspiraron el tema principal del vinilo, “Echoes”, una pieza totalmente improvisada, llena de pasajes instrumentales y efectos de sonido. Aunque este tema no está explícitamene dividido en segmentos, lo cierto es que se conformó con fragmentos independientes que, más tarde, se pudieron dividir en dos partes diferenciadas, tal y como aparece en la película Live at Pompeii. El origen de la pieza es una colección de experimentos musicales compuestos de forma independiente por cada uno de los miembros del grupo que se denominaron, en distintos periodos, como “Nothing, parts 1-24”, “The son of nothing” y “The return of the son of nothing”. Durante la etapa de desarrollo, la primera estrofa del tema aún no se había concluido, y aunque en un principio se refería a la reunión de dos cuerpos celestes, Roger Waters, ante la preocupación de ser encasillado como una banda de rock espacial, reescribió las letras para usarlas con imágenes bajo el agua.
Sin material concreto ni idea preconcebida para la composición del álbum, el grupo consideró una serie de experimentaciones que inspiraron el tema principal del vinilo, “Echoes”, una pieza totalmente improvisada, llena de pasajes instrumentales y efectos de sonido. Aunque este tema no está explícitamene dividido en segmentos, lo cierto es que se conformó con fragmentos independientes que, más tarde, se pudieron dividir en dos partes diferenciadas, tal y como aparece en la película Live at Pompeii. El origen de la pieza es una colección de experimentos musicales compuestos de forma independiente por cada uno de los miembros del grupo que se denominaron, en distintos periodos, como “Nothing, parts 1-24”, “The son of nothing” y “The return of the son of nothing”. Durante la etapa de desarrollo, la primera estrofa del tema aún no se había concluido, y aunque en un principio se refería a la reunión de dos cuerpos celestes, Roger Waters, ante la preocupación de ser encasillado como una banda de rock espacial, reescribió las letras para usarlas con imágenes bajo el agua.
Dos curiosidades sobre el tema: el sonido de un
sónar al principio del tema se creó como resultado de un experimento que
amplificaba el sonido de un piano de cola a través de un altavoz
Leslie; por otra parte, en una entrevista en la que Roger Waters
promocionaba su álbum en solitario, Amused to Death, el bajista afirmó
que Andrew Lloyd Webber había plagiado el estribillo en 12/8 del tema
para incluirlo en distintas secciones de su musical The Phantom of the
Opera, aunque al final decidió no presentar ningún tipo de demanda: “es
la misma estructura y la misma nota y todo es igual. Bastardo.
Probablemente sea procesable. Lo es en realidad. Pero creo que la vida
es muy larga para molestarme en demandar al maldito Lloyd Webber.”
El título del álbum es un juego de palabras, entre medalla (medal en
inglés) y su significado como ‘entrometerse’. En un principio, Storm
Thorgerson propuso la fotografía de un primer plano del ano de un
babuino para la portada, aunque dicha propuesta fue rechazada por el
grupo telefónicamente desde Japón, donde estaban de gira, y que
preferirían algo así como una ‘oreja bajo el agua.’ La imagen final
representa, efectivamente, una oreja bajo el agua, recogiendo ondas
sonoras, simbolizadas en las ondas del agua. Thorgerson expresó su
descontento con la portada pues consideraba que el disco era mucho mejor
que su portada.
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