CD1
1. Get Real 07:43
2. Flying Caravan 06:49
3. Upstream To Manonash 07:20
4. Love´s Labour Mislaid 06:39
5. The Bumpy Road To Knowledge 16:47
CD2
1. A Fairy Tale For Grown-Ups 36:03
I) Northern Lights
II) Change Of Revue
III) S.A.D. (Solitude Affective Disorder)
IV) The World Had Turn Over (And I Couldn´t Hold On)
V) Moonlight Labyrinth
VI) Second Thoughts
VII) The Sum Of Your Fears
2. The Bumpy Road To Knowledge (Alt. Version) 16:57
Créditos
Izaga Plata: Voz y coros
Pedro Pablo Molina: Bajo
Antonio Valiente: Guitarras, bajo en "Moonlight Labyrinth"
Juan José Sánchez: Teclados
Lluís Mas: Batería y percusión
Músicos colaboradores
Manuel Salido: saxo
Juan Carlos Aracil: flautas
Jorge Aniorte: voz y coros
Mezclado y masterizado por Lluís Mas en Oriental Desert Studio Audio (Alicante)
Co-producido por Antonio Valiente y The Flying Caravan
La portada está basada en ideas de Antonio Valiente y dibujada por el ilustrador Mario Domínguez
Diseño del libreto por Juan José Sánchez y Antonio Valiente
Colosal disco debut lleno de referencias musicales clásicas que desarrolla un rock progresivo vital, optimista por defecto, de ejecución virtuosa e ideado desde el corazón. Antonio Valiente, ex componente y fundador de los alicantinos Numen y alma mater de este proyecto denominado The Flying Caravan, despliega su enorme potencial como compositor en este trabajo doble lleno de auténticos himnos progresivos con un resultado redondo de principio a fin.
Tras un largo proceso de maduración del proyecto, y tras su paso por distintos grupos desde el año 2000, Antonio decide empezar a dar forma a un proyecto progresivo, influido por sus gustos de bandas de los setenta, pero también de otras coetáneas, amén de un ecléctico gusto personal que expande sus fronteras personales, y en 2004, tras la incorporación de otro elemento clave en lo que será The Flying Caravan, el extraordinario teclista Juanjo Sánchez, se plantará la semilla del grupo. Tras distintos avatares, entre los que podemos citar la vuelta de Juanjo, que se había apartado del proyecto original, los temas irán surgiendo poco a poco hasta su definitiva consolidación en 2014 con la aportación de la vocalista Izaga Plata, el bajista Pedro Pablo Molina y el batería Lluís Mas.
El resultado es un artefacto de música progresiva, lleno de estructuras complejas donde se desarrollan entramados musicales complejos y efectivos, con un sonido pulcro y una imaginación compositiva fuera de lugar. Estamos ante uno de los discos más interesantes de las últimas décadas en el que la factura de cada uno de sus temas, exquisitamente compuestos y ejecutados, nos captura nota a nota.
Las interpretaciones de cada uno de los músicos que intervienen en esta maravilla que se publica en doble formato, es espléndida. Desde la calidez y virtuosa ejecución de unos teclados que dan alma a las composiciones, hasta las guitarras, que dirigen sus melodías en la sombra para erigirse en protagonistas de soberbias sonoridades en sus solos, unas veces lánguidos y otras imprimiendo músculo, consiguiendo adicción en la audición de este trabajo. Y qué decir de esa sublime base rítmica poblada de percusiones y baterías imaginativas y efectivas, así como de un bajo exquisito y sumamente elegante. Todo este esqueleto sónico, que campa a sus anchas en los variados y frecuentes recorridos instrumentales, se ve perfectamente arropado por una voz delicada e intensa, cultivada en la exquisitez y en la delicadeza formal, envolviendo el producto para formar un producto redondo de principio a fin.
En cuanto a los temas, sería insensato resaltar alguno por encima de otro pues cada uno de ellos forma un capítulo en el conjunto de una novela musical que no muestra debilidades por ninguna de sus páginas. Aquí el conjunto funciona de maravilla con composiciones directas, limpias e imaginativas que van creciendo, eso sí, poco a poco y de manera deliberada, hasta desembocar en las dos enormes suites que cierran el trabajo de Flying Caravan. Constituyen el broche de oro a una obra de Arte que aumenta su calidad in crescendo hasta llegar a un intencionado clímax final en el que se cierra el círculo perfecto de melodías, armonías e imaginación de estos alicantinos.
De este modo asistimos a temas netamente positivos, límpidos y de ejecución radiante, para pasar a elaboraciones más complejas en los que los ritmos irán marcando cada una de las partes estructurales que dividen cada uno de los temas. Acertadas incursiones a los vientos, imbuirán de esencias cada uno de estas composiciones y por ello quiero acentuar las colaboraciones esporádicas de instrumentistas como Manuel Salido, saxo, y Juan Carlos Aracil, flautas, que enaltecen un resultado musical lleno de referencias mediterráneas luminosas.
Camel y Pink Floyd, detalles de Canterbury y del jazz rock, Karmakanic, Flower Kings o Be Bop Deluxe se aferran a distintas atmósferas de este I Just Wanna Break Even (por cierto, frase que Richard Manuel pronuncia en The Last Waltz de Scorsese), para dar pequeñas pinceladas a este monumental resultado de rock progresivo que mira a un más que prometedor futuro por su sinceridad de planteamientos musicales, por su frescura en la ejecución, por su imaginación en la composición y por el mimo y devoción a la hora de darle su forma definitiva. Hazte un favor y compra tu billete para embarcarte en la caravana volante y disfrutar de su tripulación apasionada y valiente.
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