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martes, diciembre 20, 2022

COMPUTERCHEMIST: WHERE THE CLOUDS TOUCH THE SKY (2022, TERRAINFLIGHT)

COMPUTERCHEMIST: WHERE THE CLOUDS TOUCH THE SKY (2022, TERRAINFLIGHT)


  1. Moonfloating 18;46
  2. LC's theme 03:39
  3. Paranoise 10:39
  4. Sankt Nikolaus auf der autobahn 10:14
  5. Where the clouds touch the sky 21:10

Dave Pearson: teclados, secuanciadores y programación de batería.

En su deseo de avanzar musicalmente e innovar planteamientos melódicos y estructurales, el nuevo trabajo de Dave Pearson, aka Computerchemist, da un nuevo giro de tuerca a su propuesta más inmediata y, con una calidad y calidez extrema, retoma las riendas de su estilo berlinés, esta vez fuertemente aderezado de elementos progresivos y rendiciones a teclistas de primera línea del género.

Que nadie me malinterprete y considere que Computerchemist se ha convertido en una agrupación progresiva, no van por ahí los tiros. Dave ha conjugado lo mejor de la planeante y secuenciada Berlin School, Tangerine Dream buceando en los ochenta, cómo no, en mis oídos; la melodía de la electrónica francesa de mano de Jean Michel Jarre ("Where the clouds touch the sky") o la electrónica alemana de vanguardia con sutiles pincelas Kraftwerk. Pero el plan se consuma con el estilo fluido que recuerda a Tony Banks (Abacab era) y la fanfarria emersónica, sobre todo en "Sankt Nikolaus auf der autobahn" (vaya título sugestivo), ayudando, y de qué manera, a dar forma a un ejercicio inteligente de música para el corazón y la mente. Incluso, a su manera, Computerchemist juguetea en sus composiciones con elementos más oscuros que recuerdan en algún momento de "Paranoise" a Black Sabbath o a esos Goblin más tenebrosos y profundos.

Todo ello con el uso inspirado de secuenciadores y analógicos Minilogue, por no hablar de la percusión programada que realza la magia de una música resucitada y basada en los parámetros de los setenta: imaginación, desarrollo, tensión y dramatismo sonoro, recorridos cálidos y elaborados, así como vuelos extensos que originan poemas sonoros, a veces fantásticos y en momentos épicos de aromas monumentales.

Un placentero y apetitoso trabajo, de los mejores publicados por el sintetista británico-húngaro, que da rienda suelta a sus dos confesadas devociones musicales: la escuela de Berlín y el rock progresivo. El resultado es un sentido ejercicio de Música excepcional que da vida a un lienzo de sonidos que subyugan al oyente, ayudándole en ese fantástico viaje a la banda sonora más profunda del cosmos.

 https://computerchemist.bandcamp.com/album/where-the-clouds-touch-the-sky

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