Excelente tributo a Pink Floyd, concretándolo en su obra maestra The Wall, que recoge las interpretaciones de las agrupaciones más soñadas por los seguidores del progresivo. En líneas generales, este tributo se mantiene fiel al original de los británicos, pero hay que resaltar los excelentes ejercicios de Steve Morse en “Another brick in the wall part 1”, el perfecto piano de Rick Wakeman en “Nobody Home”, la irreconocible voz de John Wetton en “Mother”, cantando fuera de su registro, los hermosos arabescos de Robby Krieger en “Empty spaces”, la técnica interpretación de Steve Lukather en “Hey you”, o los delirantes Hammonds de Keith Emerson en “Waiting for the worms” y sus impresionantes zarpazos en “In the Flesh”.
Un muy buen ejemplo para homenajear a uno de los grandes, en grandísima parte gracias a Billy Sherwood, al que hay que agradecer los esfuerzos en dar una nueva orientación en temas como “Young lust” con Glenn Hughes con su inequívoca factura hard o el toque distintivo de Ian Anderson en “Is there anybody out there?”
Un muy buen ejemplo para homenajear a uno de los grandes, en grandísima parte gracias a Billy Sherwood, al que hay que agradecer los esfuerzos en dar una nueva orientación en temas como “Young lust” con Glenn Hughes con su inequívoca factura hard o el toque distintivo de Ian Anderson en “Is there anybody out there?”
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