Mikael Akerfeldt se pasó a la
tecnología digital porque quería que el próximo álbum fuera “rápido, espontáneo
y divertido,” lo cual supuso que su estancia en el estudio de grabación para su
undécimo álbum fuera la más rápida en su historia.
Según cuenta Akerfeldt en
Ultimate Guitar: “He grabado muchos discos en cinta y, aunque me encanta el
sonido, es muy lento. No teníamos tiempo. Grabamos mucho más rápido de lo que
nunca habíamos hecho. Sólo fueron 13 días. Cuando hemos grabado en cinto,
incluso se lo teníamos todo ensayado hasta el último detalle, pasábamos un mes
o seis semanas, y eso es lo que no quería hacer esta vez. Quería que fuera rápido,
espontáneo y divertido.”
Opeth querían capturar ese sonido
pasado de moda para su continuación de Heritage: “No me gusta el sonido moderno
de los discos heavy. Creo que muchos suenan como si no fueran humanos. Uno se
cansa y tus oídos se cansan escuchando los nuevos discos. Creo que muchos de
ellos se beneficiarían con un sonido a la antigua usanza. Los propios músicos,
probablemente, se beneficiarían: menos trampas en el estudio los llevarían un
paso adelante como artistas.”
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