THE FLYING CARAVAN: I
JUST WANNA BREAK EVEN (2021, PAELLA RECORDS)
CD1
1. Get
Real 07:43
2. Flying
Caravan 06:49
3. Upstream
To Manonash 07:20
4. Love´s
Labour Mislaid 06:39
5. The
Bumpy Road To Knowledge 16:47
CD2
1. A
Fairy Tale For Grown-Ups 36:03
I) Northern
Lights
II) Change
Of Revue
III) S.A.D. (Solitude Affective Disorder)
IV) The
World Had Turn Over (And I Couldn´t Hold On)
V) Moonlight
Labyrinth
VI) Second Thoughts
VII) The
Sum Of Your Fears
2. The
Bumpy Road To Knowledge (Alt. Version) 16:57
Créditos
Izaga Plata: Voz y coros
Pedro Pablo Molina: Bajo
Antonio Valiente: Guitarras, bajo
en "Moonlight Labyrinth"
Juan José Sánchez: Teclados
Lluís Mas: Batería y percusión
Músicos colaboradores
Manuel Salido: saxo
Juan Carlos Aracil: flautas
Jorge Aniorte: voz y coros
Grabado por Daniel Montiel en La
Facultad de Bellas Artes, UMH (Altea) entre mayo y agosto de 2017
Mezclado y masterizado por Lluís
Mas en Oriental Desert Studio Audio (Alicante)
Co-producido por Antonio Valiente
y The Flying Caravan
La portada está basada en ideas
de Antonio Valiente y dibujada por el ilustrador Mario Domínguez
Diseño del libreto por Juan José
Sánchez y Antonio Valiente
Colosal disco debut lleno de
referencias musicales clásicas que desarrolla un rock progresivo vital,
optimista por defecto, de ejecución virtuosa e ideado desde el corazón. Antonio
Valiente, ex componente y fundador de los alicantinos Numen y alma mater de este proyecto denominado
The Flying Caravan, despliega su enorme potencial como compositor en este
trabajo doble lleno de auténticos himnos progresivos con un resultado redondo
de principio a fin.
Tras un largo proceso de
maduración del proyecto, y tras su paso por distintos grupos desde el año 2000,
Antonio decide empezar a dar forma a un proyecto progresivo, influido por sus
gustos de bandas de los setenta, pero también de otras coetáneas, amén de un
ecléctico gusto personal que expande sus fronteras personales, y en 2004, tras
la incorporación de otro elemento clave en lo que será The Flying Caravan, el
extraordinario teclista Juanjo Sánchez, se plantará la semilla del grupo. Tras
distintos avatares, entre los que podemos citar la vuelta de Juanjo, que se
había apartado del proyecto original, los temas irán surgiendo poco a poco
hasta su definitiva consolidación en 2014 con la aportación de la vocalista
Izaga Plata, el bajista Pedro Pablo Molina y el batería Lluís Mas.
El resultado es un artefacto de
música progresiva, lleno de estructuras complejas donde se desarrollan
entramados musicales complejos y efectivos, con un sonido pulcro y una
imaginación compositiva fuera de lugar. Estamos ante uno de los discos más
interesantes de las últimas décadas en el que la factura de cada uno de sus
temas, exquisitamente compuestos y ejecutados, nos captura nota a nota.
Las interpretaciones de cada uno
de los músicos que intervienen en esta maravilla que se publica en doble
formato, es espléndida. Desde la calidez y virtuosa ejecución de unos teclados
que dan alma a las composiciones, hasta las guitarras, que dirigen sus melodías
en la sombra para erigirse en protagonistas de soberbias sonoridades en sus
solos, unas veces lánguidos y otras imprimiendo músculo, consiguiendo adicción
en la audición de este trabajo. Y qué decir de esa sublime base rítmica poblada
de percusiones y baterías imaginativas y efectivas, así como de un bajo
exquisito y sumamente elegante. Todo este esqueleto sónico, que campa a sus
anchas en los variados y frecuentes recorridos instrumentales, se ve
perfectamente arropado por una voz delicada e intensa, cultivada en la
exquisitez y en la delicadeza formal, envolviendo el producto para formar un
producto redondo de principio a fin.
En cuanto a los temas, sería insensato
resaltar alguno por encima de otro pues cada uno de ellos forma un capítulo en
el conjunto de una novela musical que no muestra debilidades por ninguna de sus
páginas. Aquí el conjunto funciona de maravilla con composiciones directas,
limpias e imaginativas que van creciendo, eso sí, poco a poco y de manera
deliberada, hasta desembocar en las dos enormes suites que cierran el trabajo
de Flying Caravan. Constituyen el broche de oro a una obra de Arte que aumenta
su calidad in crescendo hasta llegar a un intencionado clímax final en
el que se cierra el círculo perfecto de melodías, armonías e imaginación de
estos alicantinos.
De este modo asistimos a temas
netamente positivos, límpidos y de ejecución radiante, para pasar a
elaboraciones más complejas en los que los ritmos irán marcando cada una de las
partes estructurales que dividen cada uno de los temas. Acertadas incursiones a
los vientos, imbuirán de esencias cada uno de estas composiciones y por ello
quiero acentuar las colaboraciones esporádicas de instrumentistas como Manuel
Salido, saxo, y Juan Carlos Aracil, flautas, que enaltecen un resultado musical
lleno de referencias mediterráneas luminosas.
Camel y Pink Floyd, detalles de
Canterbury y del jazz rock, Karmakanic, Flower Kings o Be Bop Deluxe se aferran
a distintas atmósferas de este I Just
Wanna Break Even (por cierto, frase que Richard Manuel pronuncia en The Last Waltz de Scorsese), para dar
pequeñas pinceladas a este monumental resultado de rock progresivo que mira a
un más que prometedor futuro por su sinceridad de planteamientos musicales, por
su frescura en la ejecución, por su imaginación en la composición y por el mimo
y devoción a la hora de darle su forma definitiva. Hazte un favor y compra tu
billete para embarcarte en la caravana volante y disfrutar de su tripulación
apasionada y valiente.