El álbum es una obra vibrante que fusiona con maestría el jazz rock con la alegría del folclore mediterráneo. Desde los primeros compases de "Elefants", el oyente es transportado a un mundo sonoro dinámico donde la improvisación jazzística se entrelaza con ritmos festivos y melodías populares. La instrumentación es rica y variada, con la trompeta de Josep Lluis Soler y el violín de Ferrán Saló aportando un colorido singular, mientras que el piano eléctrico de Maurici Villavecchia y la percusión enérgica de Santi Arisa refuerzan el carácter efervescente del disco. Cada pieza del álbum destila una energía contagiosa que convierte la escucha en una experiencia emotiva y emocionante.
Uno de los aspectos más sorprendentes de Què Hem de Fer? es su equilibrio entre la sofisticación técnica y la accesibilidad. Canciones como "El galliner" y "Rock de la gana" ejemplifican cómo el grupo logra mantener una estructura rítmica compleja sin perder el espíritu lúdico que caracteriza su música. La inclusión de instrumentos como el acordeón y la flauta dulce, sumado a las voces festivas, refuerzan la sensación de celebración. La producción, aunque fiel a su época, deja espacio para que cada instrumento brille con claridad, demostrando la gran calidad musical de Tribu y su capacidad para reinventar las tradiciones sonoras catalanas dentro de un marco moderno e innovador.
Más allá de su riqueza musical, Què Hem de Fer? transmite un mensaje optimista y vitalista que resuena incluso décadas después de su lanzamiento. La música de Tribu no solo puede invitar a fiesta y a diversión, sino que también evoca un sentimiento de comunidad y alegría compartida. Es un recordatorio de que, incluso en tiempos de incertidumbre, la celebración y la unión pueden ser respuestas poderosas. Con este álbum, Tribu logró algo más que una fusión de géneros: creó una experiencia sonora que sigue irradiando entusiasmo y pasión por la música, dejando huella en quienes se atreven con su propuesta.