Tras el papel jugado en King
Crimson y Emerson, Lake & Palmer, es difícil que Greg Lake sea identificado
de otra forma que no sea como un icono del rock progresivo. Sin embargo está
intentando desprenderse de ese estereotipo.
De hecho, como todos sus
seguidores ya saben, en el álbum homónimo que Lake publicó en 1981, se incluía
la colaboración de Gary Moore, un guitarrista que aunque empezó en esto del
progresivo, derivó a posturas más radicales y al blues, y también había un tema
que el propio Greg escribió junto a Bob Dylan. En este álbum también aparecía
Michael Giles, antiguo compañero de King Crimson, y además Steve Lukather,
David Hungate y Jeff Porcaro de Toto, así como Clarence Clemons, de la
E Street de Bruce Springsteen. Moore también
apareció en la continuación de 1983 y en directo junto a Greg Lake.
Hoy en día, como ya sabéis a
través de estas páginas, Lake está llevando a cabo su especial gira, Songs of a
Lifetime, en la que desgrana temas de toda su carrera, además de otra música
que le influyó, y que no es necesariamente progresiva: Jimi Hendrix, Curtis
Mayfield e, incluso, Elvis Presley.
Pero esto no le ha separado de su
vinculación con la música progresiva. Hace poco, como también sabéis, ha
recibido una invitación para participar en el Cruise to the Edge, un
acontecimiento marinero y progresivo que se llevará a cabo en un transatlántico.
Sin embargo, Lake, en una
entrevista concedida en Audioholics, afirma que siempre se ha sentido
agradecido por la fama y la fortuna que le proporcionó la música progresiva,
pero que sus intereses son mucho más amplios: “Intento ser yo mismo. No quiero
sentirme obligado a pertenecer a ningún movimiento. Mira, Estoy muy agradecido al
progresivo, al rock progresivo en general, pero no quiero que se convierta en
una prisión. Soy mucho más grande que todo eso. Para ser honesto, antes de
introducirme en el rock progresivo, tocaba toda clase de música, incluyendo
blues, gospel… un montón de cosas. Me gustaría volver a todo aquello. Me gustaría
abrir mi carrera a un espectro más amplio y que no sólo se me recordara por
estar en una banda de rock progresivo. Quiero decir que nunca he podido escapar
de todo esto y que ahora lo quiero hacer, pero quiero ir más allá de nuevo y,
quizá, disfrutar de un tipo de música de la que estuve apartado durante todos
esos años de rock progresivo.”
Todo esto está muy bien, Lake, no
llores… Pero lo que te dio la fama y la popularidad, lo que te erigió en el
mejor cantante y bajista de buena parte de los setenta fue tu afiliación al
rock progresivo y, para más inri, de la mano de dos grupos esenciales en la década,
King Crimson y ELP. Muchos hubieran vendido su alma al diablo por la mitad. Me
parece muy bien que quieras abrir tus horizontes musicales y que hagas lo que
en realidad quieres hacer: música. Estoy de acuerdo con todo eso, yo también,
probablemente, lo haría. Pero luego no puedes ir dejando cadáveres por el
camino… no puedes decir que te gustaría volver con Emerson y Palmer, que echas
de menos aquellos días… No parece coherente y menos cuando deshiciste el trío
con Emerson y Powell, para más tarde darles la espalda, en noticia de prensa
totalmente unilateral, a tus compañeros de toda la vida, Keith y Carl, en el
momento que estabais a punto de publicar un disco conceptual que iba a hacer
historia, según palabras del propio Carl Palmer, y del que sólo nos ha quedado
el tema “Crossing the Rubycon”. Por esto y por alguna cosilla más, no estoy de
acuerdo contigo, Greg, y lo siento en el alma, porque eres y serás uno de mis
preferidos.
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