Con la formación de Amarok
trabajando duramente en lo que será un nuevo disco en estudio, del que ya os
daré cuenta cuando el proyecto ya esté más afianzado, os presento la historia
del grupo, contada por su propio fundador, Robert Santamaría, con su versión en
inglés, que espero que os resulte de provecho para acercaros a este grandísimo
grupo que estrena página en
Bandcamp donde degustar su exquisita música y donde
se incluyem varias sorpresas que se irán aumentando conforme se vaya
actualizando. Sin más preámbulos, Robert Santamaría os presenta a Amarok en
esta primera parte.
PARTE I. DE LOS ORÍGENES A CANCIONES DE LOS MUNDOS PERDIDOS
Esta es la historia de un
proyecto, de un sueño, de una obsesión, de una manera de entender la música y
también la vida. También es en no poca
medida mi propia historia durante 20 años. En este largo y a veces tortuoso camino han pasado y han
quedado muchas cosas, he hecho un buen puñado de amigos, he vivido grandes
amores y desamores, y he aprendido y desaprendido sobre muchas cuestiones. Com grupo hemos vivido éxitos inesperados,
sonoros fracasos, decepciones, momentos de éxtasis, situaciones surrealistas,
hilarantes, tristísimas. Risas, llantos, nervios, noches sin dormir, robos,
excursiones asombrosas, fiestas, aburrimiento... Y si os parece, vamos al
trapo.
PRÓLOGO
Descubrí el rock progresivo a los
13 años, y si la memoria no me falla, los primeros álbumes que escuche
fueron
Close to the Edge,
Wish You
Were Here,
Brain Salad Surgery y
A Passion
Play. Con ellos sentí por primera vez
que había vida más allá de Los Beatles, y
enseguida me convertí en un insaciable buscador de discos.
Compraba de los grupos que ya iba conociendo
gracias a aquellos que sabían más que yo, y de los que no, tan sólo
aquellos en los que en sus créditos aparecía
la palabra mágica: sintetizador. Inevitablemente, con tanto
empacho
de
Hammonds, Mellotrones y
Minimoogs, me entró el gusanillo de ser teclista, y
ambicionaba algún día quedar
rodeado por una montaña de esos portentosos
artilugios, Rick Wakeman prepárate!!!. En 1978 tuve por fin en mis manos el
primero de ellos: un sintetizador
Roland
SH-2000, probablemente la peor opción posible para aprender a tocar un instrumento,
ya que era monofónico (es decir, sólo se podía tocar UNA tecla a la vez). Pero
en ese momento eso me daba exactamente igual y
me dedicaba con entusiasmo a aporrear el teclado, mover los
potenciómetros e intentar entender de que iban los filtros y los osciladores.
Algunas tardes,
me reunía con mis
camaradas de instituto para hacer un poco de escándalo y grabarlo, con la
extraña y supongo que injusta circunstancia de que su instrumental era un tanto
más precario que mi flamante Roland: latas de galletas, sartenes, y, en el
mejor de los casos, alguna armónica o flauta dulce...
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Parthenon en el Colegio Champagnat de Caracas. Junio de 1979 |
En esas
estuvimos un año, hasta que yo por fin tuve
un órgano con el cual utilizar los nueve dedos que no había usado con el
Roland, y mi amigo Juan Carlos una batería de deslumbrante color azul.
Inmediatamente, y junto a otros compañeros
igual de raros que nosotros
creamos un
grupo: Parthenon. Debutamos en el instituto en junio de 1979, e interpretamos
una abigarrada
colección de temas
propios con pretensiones emersoniano-pinkfloyanas y versiones como “Stairways
to Heaven” y “Dust in the Wind”.
Sonó
más bien tirando a terrible
(y me consta
porque esa grabación existe a día de hoy!!), pero fue para todos un sueño hecho
realidad. A trancas y barrancas, el grupo sobrevivió hasta 1981, habiendo
llegado a unas cotas que todavía hoy en día me atrevo a catalogar como
dignísimas. Como un acto de justicia y regocijo,
en el año 2004 se editó el disco de Parthenon
Mare Tenebris, que incluía mucho
material compuesto a principios del nuevo siglo, algunas versiones de canciones
originales de Parthenon e incluso tres grabaciones
de la época. En el
disco tocó la batería Juan Carlos,
después más de 15
años de nuestro último encuentro musical más
o menos serio.
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Parthenon 1980-1981 |
En esos primeros 80
también en Venezuela el rock progresivo
estaba a punto de ser
barrido del mapa
por las nuevas corrientes
musicales,
todas ellas diametralmente opuestas a las de los años 70.
Ante esa imparable avalancha,
la mayoría de mis amigos músicos se fueron
adaptando antes o después. Y como yo fui incapaz de hacerlo, al final me quedé
más sólo que la una. Sin embargo, tuve la suerte de adquirir un vetusto
magnetófono de 4 pistas, que me permitió adentrarme en el mundo de las
grabaciones, a la vez que intentaba mejorar como teclista y, poco después, con
la
guitarra de 12 cuerdas (obviamente
inspirado por el gran Anthony Phillips). En cualquier caso fueron años más bien
tristones y un tanto frustrantes, en los que generé y participé en extraños e
inviables proyectos (Pequeño Juan, Proyecto Ocam, Collage, Podium...) que
quedaron relegados casi al 100% a las cintas magnetofónicas, y eso en el mejor
de los casos.
Sin embargo, a partir de
1985-86 aires nuevos soplaban en algunos
reductos caraqueños, y me interesé por la música incidental (bandas sonoras o música
para documentales), y lo que luego se dio por denominar new age,
aunque en esos años eran simplemente un puñado de músicas diferentes al rock y
los estilos tradicionales. Ellas resultaron ser una adecuada válvula de salida
a mis inquietudes creativas, y músicos como Andreas Vollenweider, Mark Isham,
Suso Sáiz, y el catálogo del primer Windham Hill, fueron buenas influencias en
esos años. El resultado de ello fue que
me dediqué a componer música de base electrónica sobre temas de la naturaleza y
divulgación científica, y acompañarlos de diapositivas, que luego presentaba en
público.
Y en eso andaba cuando crucé el
charco en el año 1987, y una vez instalado en Sabadell, me dediqué con furia un
tanto obsesiva a divulgar estos audiovisuales musicalizados. “Canciones de los
bosques caducifolios”, “Roraima”, “Cazadores y presas”, “Dinosaurios” fueron
algunos de los que hice, junto con algunos encargos para poner música a vídeos
divulgativos. Para ese entonces ya estaban en el mercado los primeros samplers, que me abrieron un asombroso
océano de posibilidades sonoras....
Por esa época escuché Enya, y eso
fue la tercera revelación: era posible
hacer música cantada interesante que no fuera ni rock ni pop. Ello revivió mi
pulsión ancestral de tener un grupo de verdad, que de momento sería un duo con
una cantante. Y como el nombre del grupo lo tenía claro desde hacía algunos
años, cuando ví la película Never Cry
Wolf, tan sólo me quedaba encontrar a la persona adecuada. Y, cuando en algún
momento de finales de 1989 Lídia entró por primera vez en el estudio, la
ecuación se completó y nació Amarok.
1. LOS ORIGENES: MIGRACIONS.
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Lidia en la UAB 1991 |
Comenzamos a trabajar con algunos
temas que ya estaban compuestos y tan sólo esperaban por la voz y las letras,
aunque también mantuvimos el
set de
música electrónica con diapositivas. Cuando le dije a Lidia, cuya experiencia
principal era la de cantar como soprano ligera en el coro de la UAB, que teníamos una fecha
para mayo de 1990 en la sala barcelonesa KGB, casi le da un infarto.
Sin embargo, llegado el día tocamos e incluso
nos las pasamos bien, eso sí, con la ayuda del saxofonista Miquel Palomares y
todo un arsenal de fotos de ilustraciones de dinosaurios, cascadas, rebecos y
águilas desenfocadas, montañas nevadas....
Una cosa altamente surrealista
pasó por ese entonces: Mike Oldfield editó su disco Amarok. No me lo podía creer, pues pensaba que el nombre era a
prueba de bombas. Leí el libreto una y otra vez para buscar alguna referencia a
los lobos (Amarok quiere decir lobo en lengua inuit), pero nada. De dónde sacó
el nombre entonces??? Aghhhh! Y entre la disyuntiva de cambiarle el nombre al
grupo o condenarnos por siempre a que la gente pensara que lo habíamos sacado
del disco, optamos por la segunda, y a
apechugar malentendidos. Años después, me enteré de que el título del disco de
Oldfield podía ser la contracción de la frase
‘I’m a Rock’, en referencia a
sus tumultuosas relaciones con la Virgin. Vaya con las casualidades.
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Migracions. Música de la Natura (1991) |
No nos faltaban actuaciones en
esos tiempos en que la
new age andaba
pegando fuerte, y no fue especialmente difícil lograr que en 1991 la revista
Integral nos editara un cassete,
Migracions. Se trató de una producción
un tanto pretenciosa que tuvo que ser remendada por momentos para no hundirse
estrepitosamente. Muchos músicos invitados pero poca experiencia para situarlos
correctamente. Sin embargo, tenía buenos momentos y por ello funcionó
razonablemente bien, tanto así que
gracias al casetito fuimos a tocar a Venezuela en 1992, cosa que para mí
fue sumamente especial.
En esa época
tocábamos en dúo o en trío con oboístas que iban y venían, y ya no dependíamos
de las diapositivas, aunque las seguíamos usando de cuando en cuando. La música
del
cassette seguía ese formato, pues
tenía una cara cantada y la otra no.
Esta etapa se cerró en otoño de
1992, cuando dimos nuestro tercer concierto en años consecutivos en el Mercat
de Música Viva de Vic. Fue un auténtico desastre, y además justo delante de una
tropa de productores y promotores que venían a husmear grupos noveles. La
torta, pues. Este tropiezo, unido a que en breve me iba a mudar al campo y
estaría largos meses sin electricidad, hizo que el grupo entrara en estado de
animación suspendida, sin más opción que
la de reflexionar sobre cuales serían los pasos a dar en el futuro.
2. RETIRADA Y REGRESO: ELS NOSTRES PETITS AMICS.
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Ilustración de Lidia como idea inicial para la carátula de Els Nostres Petits Amics |
Largos y fríos meses pasamos
Lidia y yo acondicionando la casa y sobre todo el futuro estudio de grabación.
Desde Febrero hasta Junio, cuando por fin
llegó la primera placa solar,
vivimos a la luz de las lámparas de gas y las velas.
Y en agosto, con
la instalación felizmente completada, llegó
por fin hora de encender los aparatos. Es decir, un enorme magnetófono de ocho
pistas que había comprado en esos meses y una mesa de mezclas (trastos ellos
que en pocas horas se chupaban de las sufridas baterías lo que las placas
habían tardado largas horas en cargar).
Esta dependencia al límite del sol fue una constante durante muchos
años, y tan sólo fue superada con la llegada del primer ordenador portátil al
estudio en el año 2009, 16 años después! Otra cosa que hice en esos tiempos
precarios fue retomar la guitarra de 12 cuerdas para incorporarla
en el repertorio del grupo.
Al menos la guitarra se podía tocar sin
electricidad.
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Els Nostres Petits Amics (1994) |
Un día de ese verano de 1993
vinieron a mi nueva casa tres músicos muy diversos a los que nos
unía una idea común: la de fundar un sello
discográfico, al que llamaríamos “Bucanero Records”, porque funcionaría
al margen de la legalidad. Por supuesto (y
por suerte) tan insensato proyecto nunca fructificó, pero si nos permitió
que
dos de ellos,
el estupendo percusionista y compositor Manel
Sesé y el aguerrido baterista Alfredo Arcusa,
pasaran en breve a formar parte activa del grupo.
Todos los meses que siguieron los pasamos
grabando el disco, con la ilusión de editarlo en el para nosotros novedoso
formato de CD. Material revisado del
cassette
Migracions, temas nuevos, buenas y
bien medidas colaboraciones, y sobre todo,
mucho tiempo y cariño para grabar y mezclar. Así, en primavera de 1994
vio la luz
Els Nostres Petits Amics
(nuestros pequeños amigos), inspirado en el título de una canción de
Anthony Phillips. La carátula la hizo mi
amigo del alma Ramón Bernal, inspirado en la vida de la Vinyota (mi casa) con gran
protagonismo para
esos pequeños amigos
animales que la habitan también. Un tanto
naif,
quizás, pero era lo que tocaba entonces. El disco quería también ser una
declaración de principios sobre el trabajo artesanal en el cada vez más
tecnológico negocio de la música. Lo hicimos en una arriesgada autoedición
que nos costó una fortuna, pero que por
suerte en aquellos tiempos en que la gente compraba discos se autofinanció
satisfactoriamente, incluyendo sorprendentes ventas allende los mares.
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La Vinyota |
En esa época no tocábamos, pero
seguíamos grabábamos con entusiasmo, así que en unos cuantos meses
dejamos acabado material suficiente para un
segundo disco. A finales de 1994
Manel y
yo nos fuimos a Madrid a buscar una discográfica, pues otra autoedición ya no
entraba en nuestros planes.
Entre otras
varias, llamamos a las puertas del prestigioso sello Lyricon, que también
apostaba por proyectos
Made in Spain.
Nos atendió un personaje enorme de casi dos metros de altura: Pedro Vaquero, el
jefe. Ante él nos sentimos terriblemente empequeñecidos, pero casi nos
convertimos partículas elementales cuando nos preguntó con su profunda voz de
barítono que cuales eran nuestras razones para ir a Lyricon a intentar colocar
nuestro disco. Yo balbuceé algunas palabras ponderando el interesante catálogo
que manejaban, con la inquietante certeza de que mi poder de convencer a este
gigante era prácticamente nulo. En un plis plas le dimos el primer CD, la
maqueta en
cassette del nuevo
proyecto, y salimos tan raudos como pudimos, absolutamente convencidos de haber
fracasado. Asombrosamente, a los 15 días me llamó el mismísimo Pedro para
comunicarme con su habitual lenguaje directo y sin concesiones que le
interesaría editar el disco. No sé si existen las brujas pero de que vuelan,
vuelan.
3. AL ESTUDIO DE GRABACIÓN: CANCIONES
DE LOS MUNDOS PERDIDOS.
Así como les había gustado la
música, no les gusto nada la calidad del sonido de la demo grabada con tanto
mimo en nuestro estudio-cuadra de animales. La buena noticia: que iríamos a un estudio de grabación
digital. Digital??? Alucinante!!! La
mala: que disponíamos de una semana para hacerlo. Una semana???? Pero habíamos
tardado casi un año en grabarlo en casaaaa!!! Ante tamaño reto, sólo nos
quedaba planificar la producción al milímetro, llamar a los colaboradores en el
momento preciso y sobre todo, invocar a los dioses para que no hubiera ni un
sólo contratiempo. Metrónomos y primitivos bajos midi pregrabados para tocar
encima, guitarra de 12 cuerdas, percusiones, guitarra española, oboe, violín,
batería, voces, glockenspiel, puñetas....tic tac tic tac... la locura. Milagrosamente legamos
al domingo por la tarde con todo
correctamente grabado, pero sin ninguna mezcla. Obviamente, a la discográfica
no le quedó más remedio que pagarse dos
días adicionales de estudio para mezclar, al igual que se había pagado el viaje
desde Alemania (cuando no existían los vuelos low cost) de nuestra inseparable oboísta Kerstin Kokocinsky, que
por suerte también era altísima, tocaba como los ángeles y le cayó muy bien a Pedro!!!
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Canciones de los Mundos Perdidos (1995)
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Así, en un agónico fin de semana
en el que incluso una tormenta hizo que se fuera la luz y no pudiéramos estar
presentes en el final de las mezclas, acabamos el disco. Salió en primavera de
1995 y su título fue
Canciones de los Mundos Perdidos, una especie de viaje deseado, por mundos imaginarios en
los que nos hubiera gustado vivir. Todas las ilustraciones del disco, una labor
verdaderamente titánica,
las hizo
nuestra guitarrista Asy Guerrero, en forma de un enorme desplegable con el que
intentamos aproximarnos al tamaño de los inolvidables LPs con los que nos
habíamos criado. El título estaba inspirado en un relato de Tolkien, al que
incluso dedicamos una canción, pero de nuevo se parecía sospechosamente al
Songs from the Distant Earth que Mike
Oldfield había sacado con perversa
sincronicidad.
Nada, que no había manera de sacarse el San Benito Oldfiliano...
Canciones fue un disco mucho, mucho más rico tímbrica y musicalmente que el anterior.
Tenía temas
en la línea
new age del primer disco, otros
más sinfónicos con guitarra de 12 cuerdas
(incluyendo dos recuperados de mis tiempos de Venezuela), y
un par con base de piano que comenzaban a
definir lo que sería el futuro estilo del grupo. Lo que sí que no nos gustó
demasiado fue el resultado de la grabación, mucho menos pulida y cálida de lo
que estábamos acostumbrados en nuestras
pastorales grabaciones caseras, calidad al margen.
Pero con gusto si no hay más remedio, había
que mirar hacia adelante. De nuevo por fortuna, mi ángel de la guarda Juan José
Salas y su sello Luna Negra editaron en 2010
la versión original del disco, en el que incorporamos sustanciales
mejoras, arreglos superpuestos a la pista estéreo original,
y
abundantes y sabrosos
bonus tracks.
En uno de ellos incluso canto yo, prueba de lo bien que nos trata Juanjo.
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Durante la grabación de Hidrogen (1995) |
Y aunque el disco no se vendió mal,
no fue suficiente para cubrir las
expectativas (y los gastos) que en Lyricon esperaban, y eso que hubo un momento
en que los japoneses se interesaron extraordinariamente, e incluso se planteó
la posibilidad de
ir a tocar allá.
Lástima.
Con una efímera formación que
duró dos conciertos, constituida por Lidia Cerón a la voz, Manel Sesé a la
percusión, Asy Guerrero a la guitarra
española y el bajo, Joan Morera en el violín y yo mismo en los teclados, la
guitarra de doce cuerdas y el balafón, lo presentamos con éxito en la sala Otto
Zutz de Barcelona y la
Universidad Autónoma de Barcelona. Para el primero preparamos
de nuevo un ambicioso montaje de diapositivas, que, aparte de las típicas
fotografías de naturaleza, incluía ilustraciones de la polifacética Asy. Por
desgracia, ambos proyectores fallaron durante
del concierto, con lo que decidimos poner punto y final a la etapa de
conciertos con pase de diapositivas. Mejor suerte tuvimos en la televisión,
pues Albert Reguant y todo el equipo del excelente programa Hidrogen subieron (con grandes dificultades) a mi casa para filmar un estupendo
programa especial.
La cosa prometía...
ENGLISH VERSION FOR AMAROK BIOGRAPHY
This
is the story of a project, a dream, an obsession, a
way of understanding music and
life. This is also my own story for 20 years.
In this long and sometimes tortuous path many things have happened:
I've done a bunch of friends, I have
experienced both great loves and hates,
and I’ve learned and unlearned about a lot of issues. As a band we have
experienced unexpected successes, great failures, disappointments, moments of ecstasy…
surreal, hilarious, very sad situations. Laughter, tears, nerves, sleepless nights, theft, amazing trips,
parties, boredom... but if you want, let’s discover the
beginnings.
PROLOGUE
I discovered the progressive rock when I was 13, and if memory serves
me, the first albums I heard were Close to the Edge, Wish You Were Here, Brain
Salad Surgery and A Passion Play. I felt that there was life beyond The
Beatles, and then I became an insatiable searcher of prog recordings. I bought
those groups I had already known by other people who knew more than me. And I
only bought the discs that had that magical word in their credits: synthesizer.
Inevitably, with such surfeit of Hammonds,
Mellotrons and Minimoogs, I got the itch to be keyboardist, and hoped to be
surrounded by a mountain of these mighty gadgets someday. I told myself: ‘Get
ready, Rick Wakeman!’
In 1978 I finally had the first one: a Roland SH-2000 synthesizer, maybe
the worst choice to learn to play an instrument as it was monophonic (i.e. you
could only play ONE key at a time). I
didn’t care about it in that moment and I used
to bang the keys while moving the potentiometers. I hardly tried to understand the meaning of all those filters and oscillators. Some evenings, I met
with my high school fellows to make noise and record it knowing that their
instruments were somewhat poorer than my new Roland: biscuit tins, pans, one
harmonica or a recorder at its best...
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KGB venue poster |
We
were doing these things for a year
until I finally got an organ in which I could use the nine fingers that I had not used playing the Roland. On the other hand, my friend Juan Carlos got a
stunning blue drum kit. I immediately, along with other rare colleageues,
created a band: Parthenon. Our first show was in June 1979 in our High School and
we played our compositions in an Emersonian and Pinkfloydesque style and we
also made covers such as “Stairway to heaven” or “Dust in the wind”. I have
to confess that we sounded terrible (and I know because that recording exists today!!),
but it was a dream come true in the end. Up and down, the group survived until 1981, and we reached a dimension that even
today I dare classify as most worthy.
The Parthenon album, Mare Tenebris, was released
in 2004 as an act of justice and joy. It
contained a lot of stuff written early in the new century, including some
versions of original songs and even three recordings of those old days. Juan
Carlos, after knowing each other for 15 years, played the drums on the album.
In the 80’s –I’m talking about Venezuela-, progressive rock was also
about to be wiped out by the new musical trends, diametrically opposed to those
of the 70’s and most of my musician friends adopted the new tendencies because
of that unstoppable avalanche. I
was unable to do that, so I was alone in
the end.
However, I was fortunate to acquire an old 4 track recorder machine
which allowed me to investigate the world of recordings, while trying to
improve as a keyboardist and shortly afterwards as a 12-string guitar player
too (obviously inspired by the great Anthony Phillips). I participated in
strange and unfeasible projects, such as Little John, Ocam Project, Collage or
Podium, but in any case they were frustrating years that remained recorded only
on tape… in the best of cases.
However,
from 1985-86 new
winds were blowing in Caracas and I became interested in the so called incidental music (soundtracks or music for documentaries), and what was named new age,
a handful of different music to rock and traditional
styles in those years. They proved to be a suitable
outlet to my creative interests, and musicians such as Andreas Vollenweider,
Mark Isham, Suso Sáiz, or the first Windham Hill catalog were good influences
in those years. Because of that I
started to compose electronic
music based on
nature and popular science themes and when I played live
I suported the music with slide projections.
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KGB inner flyer |
In
1987 I crossed the pond and moved to Sabadell, Barcelona, where I began furiously to develope audiovisual
stuff with music. I did some documentaries with music
such as “Canciones de los bosques caducifolios”, “Roraima”, “Cazadores y presas” and “Dinosaurios”, along with many
other informative videos I was requested for. In those days the early
samplers appeared opening me an amazing ocean
of sound possibilities.
But the third revelaltion
was Enya. I was listening to her and I realized that a sung music, neither rock
nor pop, was possible. This revived my ancestral desire of founding a real
band, a duo with a female singer in that early stage. It was clear to me the
name of the group since I saw the film Never Cry Wolf and I only needed to find
the right person. When I met Lidia by the end of 1989 Amarok was born.
I. BEGINNINGS: MIGRACIONS
We
started to work as a duo on a series of already written themes that were
waiting just for a voice and some lyrics and we also maintained the electronic
music set including the visual slides. When I told Lidia, who was a light
soprano in the UAB chorus, we were going to play in may 1990 at KGB venue in Barcelona, she nearly had
a heart attack. Nevertheless we had a very good time playing that day and we
have some help from saxophonist Miquel Palomares and a huge set of photographs
that showed the audience dinosaurs, waterfalls, unfocused chamois and eagles,
snowy mountains…
It
was the time when Mike Oldfield released his album titled Amarok and I just
could not believe it. I thought it was a strange name to choose and I started
back to read about wolves in different books because Amarok means wolf in inuit
language. I can’t see how Oldfield could choose that name yet. But we decided
to go on with the Amarok name. Some years later I discovered that the Olfield
album name, in trouble with the Virgin label, referred to the expression ‘I’m a
rock’… nothing to do with wolves. What a coincidence!
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UAB concert |
In
those new age times we gave regular concerts and in 1991 Integral magazine
released the Migracions cassette. It was a pretentious production that required
arrangements to succeed. There were a lot of guest musicians but we had little
experience. However, it had good musical moments and worked reasonably well.
For this reason we could play in Venezuela in 1992. It was really
great for me.
We
were playing as a duo or as a trio, with oboists coming and going, and we
didn’t depend on slides though we still using them from time to time. The
cassette had one sung side but the other was just instrumental.
This
first stage ended in the autumn of 1992, just when we performed our third show
in the Mercat de Música Viva in Vic. It was an absolute disaster in front of a
lot of producers and promoters that were searching for new bands. It was quite
a shock. Add to all this that I was going to move to the countryside and I was
going to be several months without power. The band was going to be in a
suspended animation state and I should consider the steps to be taken in the
future.
II. WITHDRAWAL AND RETURN: ELS NOSTRES
PETITS AMICS
Lídia
and I lived long and cold months while building our home and our future
recording studio. From February to June, when we had our first solar panel, we
had light through gas lamps and candles. In August we finally could turn on the
appliances. That is, a huge eight track tape recorder I had bought the months
before and a mixer (that in a few hours depleted the batteries after long hours
loading). We depended on the sun constantly and this happened for many years.
Our first laptop in our study in 2009 was a big step though it happened 16
years later. Another thing I did in these precarious times was to retake the
12-string guitar in order to incorporate it into the group’s repertoire. I could
play the guitar without electricity at least.
|
Venezuela 1992 |
One
day in the summer of 1993 three very different musicians came to my new house
and we had a common idea: we wanted to found a record label and we called it
Bucanero Records (Buccaneer Records), not a very legal label by the way.
Thankfully that foolish project never came to fruition, of course, but it
provided me two musicians. On one hand Manel Sesé, a great percussionist and
composer, and Alfredo Arcusa, a seasoned drummer, that took part of the group for
a short time. We spent the following months recording the album with the
intention of an edition in the new format those days: the CD. It consisted of
revisited stuff from the Migracions cassette, as well as new compositions, a
lot of collaborations and, above all, lots of time and love to record and mix
the product. So, in spring 1994 we released Els Nostres Petits Amics (Our
Little Friends, in Catalan language) inspired by an Anthony Phillips song. The
cover was painted by my soul mate Ramón Bernal, and was inspired by my
lifestyle in Vinyota (my house) featuring all those little animal friends that
live with me. I guess it was a little naïf, maybe, but it was what prevailed
then. The recording would also be a declaration of principles about handicraft work
in an increasingly technological musical business. We published a risky and
expensive auto edition but it succeeded mainly from across the seas.
We
didn’t played live those days but we were recording enthusiastically and few
months before we had written stuff enough for a sophomore recording. By the end
of 1994 Manel and I went to Madrid
searching for a record label because we didn’t wanted to edit any recording by
our means. We came in touch, among others, with Lyricon, a prestigious label
that supported made in Spain
projects. We knew a tall person, Pedro Vaquero, known as the boss. We felt very
small in front of him but we grew even smaller when he asked us, with a
baritone voice, why we wanted to release our music through Lyricon. I hardly
babbled about their interesting catalogue and we gave him our first CD, the
demo cassete of our new project and we left convinced that we had failed.
Amazingly, in fifteen days Pedro called me to tell me that he wanted to publish
our recording. I don’t know if witches exist, but they fly.
III. RECORDING STUDIO: CANCIONES DE
LOS MUNDOS PERDIDOS (SONGS FROM LOST WORLDS)
They liked the music very much but the demo sound quality didn’t
convince the label so they proposed to go to a digital recording studio. What
the hell? Digital? Mind blowing! But on the other hand we only had one week to
do it. One week? We took almost a year to record it in my own home studio. We
had to plan it in detail, call all collaborators and, among all, invoke all
gods not to have a setback. Metronomes and primitive MIDI bass sounds
pre-recorded to overdub, 12-string guitars, percussions, Spanish guitar, oboe,
violin, drums, voices, glockenspiel… what a hell!... tic toc tic toc… A
madness!! We entered the studio on Sunday evening with our recorded music but
without mixing. Obviously, the label had to hire the recording studio two days
more in order to have the mix and they also had to pay the flight tickets to
our German oboist, Kerstin Kokocinsky (no low cost these days).
We finally ended the album and it was released in Spring 1995 under the
Canciones de los Mundos Perdidos title. It was a kind of desired journey
through imaginary worlds we loved to live. All the drawings were made by Asy
Guerrero, our guitarist, and were presented as a big fold out format similar to
a LP size. The title was inspired by a Tolkien story (we even dedicated a song
to him), but it was a little too much like the Mike Oldfield’s Songs from the
Distant Earth album he released at the same time. It seemed we lived under the
shadow of Mike Oldfield.
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Otto Zutz venue concert (1995) |
Canciones was richer, both rhythmic and musically, than our previous
album. It had new age themes, 12-string symphonic rock songs (including two
previous compositions from my Venezuelan times) and songs based on piano that
defined our future group intentions. We didn’t enjoy the final result as it had
a lower over finished quality. Nothing to do with our pastoral home recordings
but we had to look forward. Fortunately, my Guardian Angel, Juan José Salas and
his Mexican label Luna Negra released the original version of the album in
2010, incorporating substantial improvements, overdubbing arrangements to the
original stereo tracks and adding plentiful and tasty bonus themes. I even sing
in one of them, a good example of the fine treatment from Juanjo.
And although the album did not sell bad, it was not enough to meet
expectations (and costs) in Lyricon, though in Japan were very interested to see
us play live. What a pity!
With an ephemeral line-up consisting in Lídia Cerón, voice, Manel Sesé,
percussion, Asy Guerrero, Spanish guitar and bass, Joan Morera, violin, and
myself on keys, twelve string guitar and balafón we presented our album in the
Otto Zutz venue from Barcelona and at Universidad Autónoma de Barcelona. In our
first concert we displayed a slide show, consisting on nature pics and Asy’s
illustrations. Unfortunately, the projector didn’t work and it was our last
slide show. We were more successful on TV, since Albert Reguant and the
excellent ‘Hydrogen’ team recorded a TV special in my house.
The deal
promised…
(To be continued)