jueves, septiembre 10, 2015

CORVUS STONE: UNSCREWED



CORVUS STONE: UNSCREWED (2015, AUTOPRODUCIDO)

Temas:
  1. Brand new day 3:51
  2. Early morning calls 3:52
  3. Joukahainen without chips 2:53
  4. Horizon (remix) 1:51
  5. Landfill 3:44
  6. After solstice (remix) 4:05
  7. JussiPussi (remix) 2:44
  8. Scary movie too 7:38
  9. Petrified in the cinema basement 3:09
  10. Lost and found revisited 3:28
  11. Cinema finale 6:02
  12. 12 Pack up your truffles 2:06
Formación:
Pasi Koivu: teclados
Colin Tench: guitarras, coros y percusión
Petri Lindström: bajo
Robert Wolf: batería
Sonia Mota: diseño y portada
Músicos invitados:
Sean Filkins: letras y voz en 2
Phil Naro: segundas letras y voz en 2
Blake Carpenter: letras y voz en 10
Stef Flaming: composición, voz y guitarras y teclados adicionales en 7 y segunda batería en 10
Paul Marshall: batería en 3 y 5

10/10

A veces en la vida, afortunadamente, y musicalmente hablando en este caso, se te cruzan auténticos artistas que desgraciadamente no tendrán su trabajado momento de gloria porque en este mundo globalizado, de consumo rápido y adoración superficial de luminarias, para bien o para mal, establecidas se reparten la mayor parte del pastel. Y digo afortunadamente, porque para el periodista y/o aficionado al rock progresivo, cuya labor debe ser la de investigación y búsqueda de nuevos horizontes y nuevos artistas válidos, encontrarse con grupos de la talla de Corvus Stone es una delicia y un gran solaz degustar auténticas producciones que, sin necesidad de grandes campañas, suponen un refrescante oasis en este género, no siempre, eso sí, manido de clichés y nombres que empiezan a no dar más de sí.
Auténticos obreros de la música progresiva que luchan con esfuerzo y un optimismo envidiable en darnos a conocer sus inquietudes y sus inspiraciones, como son estos Corvus Stone, auténticos artesanos de una música que debiera ser imperecedera en nuestra memoria, simplemente por su honradez de exposición y enorme entusiasmo.
Este es el tercer esfuerzo de Corvus Stone y se trata de un ejercicio especial, para el que se han desligado de su sello independiente, para autoproducir (arriesgado término en estos tiempos que corren) lo que ellos consideran un regalo a sus seguidores, que dudo si serán muchos, pero que estoy seguro que serán fieles.
En este caso Unscrewed es un trabajo hecho como resumen de sus dos discos anteriores, aunque sin tratarse de un recopilatorio, puesto que a la reelaboración de temas precedentes, con añadidos importantes, el grupo aporta una serie de temas totalmente nuevos que hacen de este disco un producto muy apetecible. Apetecible no solo por lo nuevo, sino por la reelaboración de sus clásicos a los que se han añadido instrumentación, nuevas mezclas, nuevos minutajes y, rizando el rizo, han convertido temas instrumentales en temas vocales, ganando calidad extrema a un producto que no era necesario revisitar en mucho de los casos, por su valor intrínseco, pero que el grupo ha ofrecido como regalo especial a sus oyentes y a un nuevo público que, seguramente, aumentará con este gran disco de, digamos, elegantes extravaganzas que es Unscrewed.
Temas progresivos, con sabor progresivo auténtico y con un aroma retro que el grupo domina a la perfección, que podría situarse entre lo mejor del progresivo de la década clásica y al que no le faltan ingredientes de experimentación ni sentido del humor, con temas que podrían ser la banda sonora de cualquier videojuego mainstream, si se puede aplicar este término a ese sector.
Alma, corazón, muchas ganas, inspiración a raudales y un sentido progresivo imprimen carácter a cualquiera de los temas incluidos en este tercer trabajo, que nace de una mente optimista e inteligente para dar como resultado un ejercicio complejo y completo de arreglos, instrumentación y plasmación auténtica.
Corvus Stone están llamados, desde hace tiempo, a ser los clásicos del futuro, pese a su independencia, que cualquier oyente inteligente de rock progresivo debería mimar y tener en su estantería predilecta. Inspirados, placenteros, inteligentes, oscuros y lúcidos, expositivos y preclaros. Esperemos que el incansable Colin Tench, un inglés en la corte del rey de Suecia, y sus chicos sigan con su eterno grupo ofreciendo y regalando obras musicales, que una tras otra se están convirtiendo, inevitablemente, en auténticas obras de arte imperecedero.
Recomendados a ciegas.

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