Todos los años, un álbum publicado
por un artista canadiense recibe el premio Polaris al “mérito artístico, independientemente
de su género.” El premio es votado por un jurado compuesto por más de 200
miembros pertenecientes a los medios de la música popular del país
(periodistas, locutores...). Además del reconocimiento a nivel internacional,
el premio viene acompañado de un cheque de 30.000 dólares patrocinado por el
gobierno de Canadá y otras organizaciones privadas. Este año, el premio se
entregó al grupo Godspeed You! Black Emperor.
En un más que interesante e
inesperado giro de acontecimientos, la banda ha publicado la siguiente
declaración con respecto a su victoria:
“UNAS POCAS PALABRAS RESPECTO A
ESTA COSA QUE ES EL PREMIO POLARIS
Hola Kanadá,
Hola compositores kanadienses.
Gracias por la nominación,
gracias por el premio, se siente uno bien reconocido por la Patria en Problemas cuando,
a menudo, nos sentimos huérfanos aquí. Y mucho respeto a todos los que escriben
sobre bandas locales, aquellas que tocan las trompetas fuerte, porque tocar la
trompeta es crucial y necesario e importante.
Y mucho respeto a los
trabajadores autónomos, porque trabajar por cuenta propia es jodidamente duro y
casi todos nosotros somos autónomos, ¿verdad? ¿No nos caemos y luchamos y nos
presionan en estos tiempos difíciles?
Así que sí, estamos muy
agradecidos y sí, somos humildes y tímidos para quejarnos cuando hemos sido reconocidos
de verdad. Pero, mierda, hemos estado arando nuestro campo en los márgenes de
una cultura extraña durante veinte años. 'Este escenario es muy interesante, pero lo
que realmente se necesita es un jodido espectáculo de entrega de premios' no es
un pensamiento que se nos haya cruzado de repente en nuestras cabezas.
Tres puntos en los que casi todo
el mundo estará de acuerdo:
-Celebrar una gala durante un
tiempo de austeridad y recortes a la orden del día es una cosa muy extraña.
-Organizar una gala sólo para que los músicos compitan entre
ellos por un cheque no sirve como causa para la música en absoluto.
-Pedir a la compañía Toyota que
patrocine la gala, durante un verano en el que las capas de hielo del norte se
han ido fundiendo sólo en Internet, es jodidamente de locos. Igual que hacerse el
sordo ante la terrible corriente de malestar general.
Son tiempos difíciles para todos
y la tristeza de los músicos está muy por debajo en una lista de cosas que
necesitan corrección urgente. Y mucho más... Si el objetivo de este premio es
reconocer la labor musical en nombre de algo que no sea el dinero fácil, bien,
entonces quizá la próxima celebración debería suceder en una sala más repugnante,
sin banderas corporativas ni señores de la cultura. Quizá esta fiesta llega
demasiado tarde. Sería, de verdad, agradable disfrutar este guión en algún
lugar, en cualquier momento en el que la cuestión no fuera conceder un dinero sin
valor dándose palmaditas en la espalda.
Dadle el dinero a los chavales. Dejad
que se lo gasten en sus putas fiestas. Dadles el dinero a los mayores y que ellos
traten de escribir obras a pesar suyo. Pero permitid que las estrellas de video
de más de lo mismo luchen en un terreno de nadie sin el dinero para la cultura del
gobierno en sus bolsillos.
Vamos a utilizar el dinero para
tratar de establecer un programa para que los prisioneros de Quebec tengan
instrumentos musicales si lo necesitan.
Amén y amén.
Disculpas por ser fastidiosos.
Os queremos muchísimo. Nuestro país
está jodido,
Besos y abrazos
Godspeed You! Black Emperor.
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