Durante el intervalo de dieciséis
años entre la publicación de los dos álbumes en los que el guitarrista rindió
homenaje a Genesis, hay una explicación que el propio Hackett admite como una
segunda intención, ni más ni menos que “el deseo de quererlo tocar en directo,
para ser honesto. Hice el álbum como una excusa, pero resultó un trabajo con un
sonido fabuloso. La cantidad de músicos invitados que tuve para su concepción
transformó lo que, en un principio, fue, básicamente, un grupo con una orquesta
de valiosas apariciones especiales. Así que quedé muy satisfecho en la forma
que quedó el disco. Fue mucho más sólido de lo que yo me esperaba.”
La reproducción de sus clásicos
con Genesis concretó su deseo de volver a la carretea, pero, a su vez,
proporcionó a sus seguidores la oportunidad de saborear versiones con un sonido más fresco
de los temas que adoran así como ha permitido al londinense la oportunidad
de perfeccionarlos.
“Cuando escucho las primeras
grabaciones no me creo que permitiera que quedaran así. Puedo escuchar los
primeros conflictos. Comprendo que esos primeros esfuerzos son aclamados como
estándares de la industria musical, pero lo que escucho es que están fuera de
tiempo y de tono, luchando por doblarse en los auriculares, lo cual no es una
buena idea para las guitarras. Son las cosas que hoy en día no hago. Toda una
vida quitándome de encima los malos hábitos que adquirí en los primeros días.”
Hackett continúa diciendo: “Ahora
todo esto conmociona a la gente, pero creo que es muy fácil
confiar demasiado en la técnica. Y eso no ayuda a que compongas un buen tema. Hay
mucha gente con una técnica a prueba de balas y uno tiene que admirar su
destreza, pero no hay razón en pensar que se debería practicar la música
de la misma forma que un atleta intenta correr más rápido o arrojar la pesa más
lejos. Creo que para componer un tema tienes que experimentar, tienes que
abrirte a la vida, tiene que haber un amplio rango de actividades, y creo que
todo ayuda más si tienes interés en las personas. Siempre he pensado que, hasta cierto punto, los
Beatles escribieron un libro. Ahí tienes a varios músicos jóvenes
sin formación, pero sus canciones muestran interés por las personas. Y me
cuesta creer que esto sea una realidad difícil de entender. Es muy difícil no ser un fan
de los Beatles.”
En todo esto, sin embargo, hay
una advertencia: “Ya no busco la originalidad, además comprendo que no existe. Aceptaré
la autenticidad, la pasión, la energía y la honradez. La destreza para un músico
es un hecho y no hay ningún peligro en que los músicos puedan empezar desde la
pasión para terminar con técnica. Creo que es importante que menos es más.
Intenta escribir una buena canción si puedes.”
El guitarrista, que admite que
ahora prefiere ser parte de un grupo donde él se haga cargo de las seis
cuerdas, concluye afirmando que, aunque no le molesta, la verdadera versión de
Genesis no fue la formada por Collins, Rutherford y Banks: “Comprendo que un
montón de gente se subió al carro de Genesis en los ochenta. La banda existía,
de un modo u otro, desde finales de los sesenta, y eso son un montón de décadas.
No puedes esperar que todo el mundo lo sepa todo. Que Peter Gabriel cantó con
el grupo en su día, que yo tocaba la guitarra con ellos... pero,
independientemente de cualquier punto de
vista de la gente, yo soy feliz de haber formado parte de ellos. Es una banda
que pasó por varias formaciones interesantes y yo fui parte de ella en los
setenta. Fue una buena banda que llegó con un montón de cosas realmente importantes.”
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