En Handful of Stars, Witchwood amplía los horizontes trazados en su
álbum debut, Litanies from the Wood,
demostrando una madurez musical palpable y un enfoque aún más afinado hacia la
tradición del rock progresivo y psicodélico. Mientras que Litanies evocaba una conexión terrenal, casi mística, con sus
raíces folk, Handful of Stars se
aventura más allá, explorando un sonido más expansivo y celestial, que hace
honor a su título. Las composiciones son más audaces, con estructuras que
fluyen como ríos serpenteantes, entrelazando pasajes melódicos con momentos de
poderosa intensidad instrumental. Esta progresión no es sólo técnica, sino
emocional: Witchwood ahora parece hablarle tanto al espíritu humano como a la
naturaleza misma.
Comparado con los gigantes del género, como Jethro Tull o Uriah Heep, este álbum se posiciona con un respeto reverencial hacia sus influencias sin caer en el mero pastiche. En temas como "Like a giant in a cage", las líneas de guitarra recuerdan el virtuosismo lírico de Wishbone Ash, mientras que los arreglos de flauta y teclados coquetean con los paisajes sonoros de Camel. Sin embargo, Witchwood mantiene su identidad, con una producción que logra equilibrar una calidez analógica con un enfoque moderno y limpio.
Si el primero de los italianos era una ofrenda a las raíces del bosque, este segundo se eleva hacia los cielos, abrazando un lirismo más cósmico y universal. Los textos ahora no sólo narran historias, sino que invitan a la reflexión sobre la pequeñez del ser humano ante el vasto cosmos. Es un álbum que acepta con orgullo la comparación, mientras demuestra una identidad clara y la audacia de trazar su propio rumbo. Con su mezcla de lo antiguo y lo novedoso, Witchwood ha logrado crear un puente entre generaciones de oyentes, destinado a resistir el paso del tiempo.
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