No hay duda de que la letra ‘J’
es para Jethro Tull, una de las bandas más longevas de la historia del rock
progresivo, que se fundó en 1967 y que tuvo entre sus primeras formaciones al
que sería guitarrista de Black Sabbath, Tony Iommi. La banda siempre ha estado
dirigida por Ian Anderson (también productor de salmón y terrateniente
escocés), conocido por tocar la flauta travesera mientras está sobre una pierna
y que ha basado la música del grupo en una fuerte inspiración del blues.
Pero también es la letra de Jean Michel Jarre, el maestro sintetista francés que saltó al estrellato de los
teclados electrónicos y analógicos con su álbum de 1976, Oxygene, seguidos de
una legión de álbumes inolvidables en el género. También es conocido por los
macroconciertos donde ha llegado a reunir varios cientos de miles de personas
para apreciar sus espectáculos de música e imagen.
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No quiero terminar este pequeño
homenaje a dos figuras interesantes como son Jacula, el proyecto terrorífico de
Antonio Bartoccetti, Antonius Rex, o los chileno argentinos Jaivas, auténticos pioneros en el
mestizaje del folclore local con el rock sinfónico.
Más, muchos, se quedan en el tintero, como
es normal, pero esa es otra historia... vuestra historia.
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