En una sucinta explicación dada a
Billboard, Roger Waters revela un poco del argumento del nuevo trabajo que está
preparando para una futura edición todavía sin determinar. La sinopsis del la
historia incluye distintos personajes que hablan durante el transcurso de la
obra. La situación viene dada por el diálogo que mantienen un niño de seis años
y su abuelo, que reconforta al niño tras haber sufrido varias pesadillas en las
que aparecen niños muertos: “el abuelo pacta con el niño que le ayudará en la búsqueda
de una respuesta a la cuestión '¿Por qué estamos matando niños?' Y sobre eso es
lo que gira la temática del disco.”
En la misma entrevista habla
sobre su primera gira con Pink Floyd por Surrey, en la que el grupo recibió
diez libras por su actuación, y sobre el culto que existe sobre la figura de
Syd Barret, un talentoso músico, en sus propias palabras, que sólo fue “incandescente
durante un año, quizá dos.”
Sobre la reunión de Pink Floyd en
el Live 8, poco antes de que Richard Wright muriera, afirma que fue un “momento
muy importante”. Y además, revela que el espectáculo de Berlín, donde representó
The Wall, con la colaboración de un importante elenco de músicos y cantantes,
le supuso una pérdida de dinero considerable.
Finalmente, lamenta la dificultad
que los músicos jóvenes tienen para sostener una carrera musical. Cuando se le
pide consejo para ellos, respondió que no le gusta dar consejos a nadie, pero
que cuando él tenía diecinueve años, su situación era totalmente personal: “yo no hablaría con ese pequeño hijo de
puta, de pie en un rincón, fumando cigarrillos y gruñendo a todo el mundo. Tuvo
que descubrirlo por sí mismo.”
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