En noviembre de 1978 se publicó
Love Beach, un momento en el que el trío se encontraba en una encrucijada
comercial y creativa. Desgastados por años de gira y cada vez en más desacuerdo
sobre que dirección debía tomar su música, necesitaban un descanso para
reagruparse. Por desgracia, su compañía discográfica tenía otros planes para
ellos.
Presionados para que publicaran
algo inmediato tras Works Volume 2, el trío marchó a los estudios Compass
Point, en las Bahamas, para asentar las bases, aquel verano de 1978, de su séptimo
álbum en estudio. El resultado fue una grabación poco creativa y tan pronto
como los seguidores apreciaron la portada del nuevo trabajo de ELP supieron que
algo estaba pasando con el grupo.
En vez de las portadas anteriores
se podía ver al grupo en pie en una playa, mostrando una sonrisa diamantina a
la vez que grandes cantidades de pelo en pecho. Estaba fuera de la filosofía de
una banda que había hecho una fortuna con serias incursiones en los territorios
del rock progresivo clásico y, aunque el disco concluía con una aceptable suite
de 20 minutos (“Memoirs of an Officer and a Gentleman”), que tributaba los días
de gloria del trío, la mayor parte del resto de los temas eran tan sólo
canciones cercanas al AOR destinadas a la radiofórmula comercial. Si a esto le
añadimos la infame portada del disco, nos damos cuenta que ELP capitulaban ante
las tendencias de la música del momento y los críticos, que nunca habían sido
muy amables con ELP, se cebaron de manera casi brutal.
El resultado final fue un álbum
que fue recordado como uno de los fiascos más grandes de la década y su
fracaso, viciado por el veneno de la crítica, fue tan grande que Emerson, Lake
& Palmer dejaron de grabar juntos hasta su reunión a principios de los
noventa.
Pero también es cierto que en los
últimos años, Love Beach ha sufrido una especie de revalorización. De hecho a
mediados de los ochenta, los músicos de ELP consideraron las críticas y la
condena del registro como algo positivo de lo que aprender.
“Estamos convencidos que nos hicieron grabar
este disco bajo coacción. Creo que en aquel momento nos hubiéramos tomado unas
agradables vacaciones lejos de las giras y las grabaciones. Y aunque nos
sentimos muy presionados y cedimos teníamos que haberles dicho que íbamos a
dejar esto durante un tiempo [Greg Lake, 1986].”
Y esto es lo que pasó realmente,
aunque no tal y como lo tenía previsto el grupo. Los planes de gira tras Love
Beach se desestimaron, pese a que había intenciones.
“No fue una de esas separaciones en las que
hay insultos y amargura. Todos nosotros sentimos que nos habían llevado
demasiado lejos. Lo podíamos sentir claramente. Y antes que volver y que nos
flagelaran, sólo por razones comerciales, sentimos que todo aquello no era
honrado. Esa fue una de las razones. Te tienes que ver en ese momento, pero lo
puedes sentir: nadie tenía ganas de tocar. [Greg Lake]”
Durante una entrevista en 2011,
Keith Emerson admitió que si la banda se hubiera centrado en Love Beach, las
cosas hubieran ido de otro modo: “Deberíamos haber mantenido la cabeza fría. Si
hubiésemos salido a la carretera y les hubiéramos dicho a la gente que olvidara
lo que habían escuchado antes y que esta era la nueva dirección, los fans
hubieran estado en otra disposición para seguirnos.” No obstante, el propio
Keith admitió que esa nueva dirección fue motivada por intereses comerciales,
no por su libre albedrío.
“Genesis y Yes han hecho ese tránsito de
forma exitosa. Tienen discos de grandes éxitos. Atlantic Records quería ir por
ese camino, por una mayor difusión por la radio y el material era importante
para ellos. Con lo que ELP había hecho antes, la compañía tuvo que afrontarlo
de otra manera. Ellos pedían qué íbamos a sacar como sencillo. Nosotros no éramos
una banda de sencillos. Love Beach fue un intento de hacer un montón de
material ligero para la radio [Keith Emerson].”
Últimamente, Keith Emerson ha
declarado que la portada fue la verdadera culpable de la mayor parte de la mala
reputación de la grabación.
“Es el diseño lo que falla [se ríe]. Lo peor
es que consideraban a los tipos de ELP unos tíos muy serios. En aquellos días
si te fotografiaban sonriendo y riendo aquello no funcionaba. Había pasado ya
mucho tiempo desde que los Beatles reían. Creo que el diseño de la portada de
Love Beach, que nos presentaba a los tres como a los Bee Gees con una gran
sonrisa, fue una conmoción y un horror.”
No obstante, el álbum no era tan
malo, aunque nunca ha sio del agrado del trío.
“No es que Love
Beach fuera un mal álbum. Era un álbum que la banda no quiso hacer. Lo hicimos
forzados por contrato, pero una vez que lo decidimos hacer, dimos lo mejor de
nosotros. Era otro álbum de ELP, pero no era el mejor de los discos de ELP. No era Tarkus, Trilogy, Brain Salad
Surgery, Pictures at an Exhibition o Emerson, Lake
and Palmer ni Works Volume 1. No tenía esa calidad. Era un álbum que
mostraba un cansancio creativo [Greg Lake].”
Para Carl Palmer, por su parte,
la retrospectiva de esa ligera y triste pieza de trabajo no puede opacar la
trayectoria del trío:
“Siempre me
refiero a él como el peor álbum que ELP hemos publicado. No sólo la música no
me entusiasmó sino que tampoco me gustó la portada. No me gusta ese periodo de
mi vida que pasé en Nassau, Bahamas. No pensé que fuera propicio para el modo
de componer del grupo, ni para vivir, crear, ensayar o tocar... para mí, no fue
un buen álbum, no.”
1 comentario :
Excelente artículo sobre este disco tan incomprendido en su momento. La música no es mala, la cubierta la verdad es que coincido en que no me gusta nada.
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