Baumann/Koek es una joya oculta de la música electrónica alemana
que resurge del olvido como un verdadero testimonio del espíritu pionero de la
Escuela de Berlín. Este único álbum del dúo formado por Wolfgang Baumann y Ata
Koek, originarios de Kempten, Baviera, captura con maestría la esencia de un
momento de transición en la música alemana de finales de los setenta. Mezclado
en el legendario estudio de Conny Plank, cada uno de sus cinco temas ofrece una
narrativa sonora que combina la precisión técnica de los sintetizadores con un
enfoque intuitivo y casi filosófico hacia el diseño sonoro. Más que un simple
disco, Baumann/Koek es una invitación
a un viaje hipnótico, una exploración de paisajes sonoros ricos en textura y
emoción.
El álbum abre con
"Yarabbim", una pieza de casi doce minutos que establece
inmediatamente la atmósfera de ensueño con un crescendo gradual de sintetizadores que parece invocar el
movimiento de un tren en marcha. La influencia de la Escuela de Berlín es
innegable, pero Baumann y Koek añaden su propio toque con elementos melódicos
de tonalidad árabe que impregnan la composición de un exotismo cautivador. "TD-Mem",
como sugiere su título, rinde un exquisito homenaje a Tangerine Dream, pero no
desde la imitación, sino desde la reinvención. Aquí, las capas de sonidos se
entrelazan para crear una estructura casi cinemática, con cambios de tempo que mantienen al oyente en un
constante estado de fascinación.
La cara B del disco comienza con
"Gamabol", donde la experimentación alcanza su punto máximo. Este
tema parece un mensaje interestelar codificado, con una combinación de pulsos
electrónicos y melodías que emergen y desaparecen como destellos de un cosmos sonoro.
En "Where", el dúo introduce ritmos más definidos y una narrativa que
evoca la sensación de un viaje nocturno por la Autobahn. Las técnicas de
filtrado y las transiciones dinámicas añaden una profundidad extra a este
corte, que demuestra la habilidad del dúo para equilibrar lo abstracto con lo
accesible. Finalmente, "Sequencer-Roll" cierra el álbum con un
inesperado giro hacia un ritmo casi rockero, dejando al oyente admirado por la
versatilidad de estos artistas.
En retrospectiva, la historia de Baumann/Koek está cargada de ironía y potencial desaprovechado. Lo que podría haber sido el comienzo de una carrera prolífica quedó truncado por las circunstancias, pero este álbum único resurge ahora como un clásico de culto. Su reedición posterior por Bureau B no solo arroja luz sobre un capítulo olvidado de la música electrónica, sino que invita a una nueva generación a descubrir y apreciar una obra que, aunque influenciada por gigantes como Klaus Schulze y Manuel Göttsching, posee una identidad distintiva. Y es aquí donde radica la verdadera sorpresa: Baumann/Koek no es simplemente un disco más de la Escuela de Berlín, sino una obra que trasciende su época para recordarnos que incluso las historias truncadas pueden contener una grandeza eterna.
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