Cuando Planet X lanzó MoonBabies, el trío formado por Derek
Sherinian (teclados), Virgil Donati (batería) y Tony MacAlpine (guitarra)
reafirmó su dominio en el territorio del rock instrumental progresivo. La banda
venía con el ímpetu de su aclamado directo Live
From Oz, y esta nueva entrega no solo cumplió las expectativas, sino que
las superó con creces. Las diez composiciones que integran el álbum son una
odisea sonora que combina técnica impecable, creatividad desbordante y una
atmósfera futurista que invita al oyente a explorar mundos desconocidos.
El disco abre con la intrigante
"MoonBabies", que establece de inmediato el tono experimental del
álbum. Una secuencia mecánica da paso al virtuosismo de Sherinian, quien teje
una base que MacAlpine enriquece con un vuelo melódico arrollador. Donati,
siempre preciso, agrega un toque de complejidad con ritmos que desafían las
convenciones. Este tema inicial funciona como un microcosmos del disco: un
juego constante entre caos controlado y armonía que mantiene al oyente al borde
de lo inesperado.
Cada tema en MoonBabies tiene su propio carácter distintivo. "The noble savage"
coquetea con el jazz antes de adentrarse en riffs metálicos llenos de energía,
mientras que "Ataraxia" destaca por su aire futurista y los
hipnóticos ecos de sintetizador. Donati se luce con su dominio de los ritmos
sincopados y su capacidad para crear paisajes sonoros precisos, llevando cada
pieza a un nivel de dinamismo que pocos bateristas logran igualar. El trío
demuestra su maestría al entrelazar estilos y emociones, logrando un equilibrio
entre técnica y sensibilidad que es tan raro como emocionante.
Los cortes intermedios refuerzan esta narrativa musical. En particular, "Interlude In Milan" presenta un truco a lo Robert Fripp: un caos aparente que, tras un giro maestro, encuentra coherencia y sentido. Esta habilidad para desconcertar y luego deslumbrar al oyente es una de las mayores fortalezas del álbum. Por otro lado, "Ground Zero" lleva la exploración espacial a un nivel auditivo, con cada instrumento contribuyendo a una narrativa que evoca una nave en pleno conflicto interestelar. El cierre, con "Ignotus Per Ignotium", es un digno broche que conecta con el pasado de la banda y deja al oyente con ganas de más.
MoonBabies es un viaje cósmico donde el hard progresivo se tiñe de fusión en cada arista, creando un caleidoscopio sonoro que desafía los límites del virtuosismo y la imaginación. Este álbum no es solo música, sino un lenguaje de sueños y galaxias, un puente entre la técnica deslumbrante y la emoción más pura. Con cada nota, Planet X nos invita a recorrer paisajes de intrincada complejidad y belleza abstracta, dejando una estela que resuena mucho después de su último acorde. Es un trabajo que no solo se escucha, sino que se siente, ideal para quienes buscan que la música no solo entretenga, sino que eleve y trascienda.
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