The Joke's on Me es uno de esos discos que, por alguna razón, quedó fuera del radar en su época, pero que hoy brilla como una gema oculta. Este álbum es la culminación de la evolución de Troiano como músico y compositor, un artista que a lo largo de su carrera fue capaz de reinventarse constantemente, siempre buscando nuevos horizontes. Desde sus inicios con Mandala, pasando por Bush, hasta su paso por The Guess Who, Troiano dejó una huella indeleble en la música canadiense y más allá. Este disco en particular, lanzado en 1978, es una mezcla perfecta de jazz-rock, fusión y rock progresivo, con su característico toque de soul y blues.
El álbum abre con el inquietante “The joke's on me”, una pista que establece el tono sombrío y experimental del disco. La habilidad de Troiano con la guitarra es inconfundible, y cada solo o melodía parece contar una historia. Pero es en “Eleanora Fagan” donde realmente brilla. Esta pieza instrumental, dedicada a Billie Holiday, es una muestra de su virtuosismo y de cómo podía transmitir emoción pura a través de su guitarra. La forma en que la música va evolucionando a lo largo del tema, con su crescendo emocional, te impacta cada vez que la escuchas.
Lo que más me atrapa de este disco es la diversidad de estilos que Troiano maneja con una facilidad asombrosa. Desde el jazz-rock de “Maybe the next time”, que me recuerda a Steely Dan, hasta la complejidad de la suite final, que ocupa toda la cara B del vinilo y abarca “Road to hell”, “War zone” y “Look up”. Estas piezas no sólo son un desafío para los oyentes, sino una lección de cómo fusionar géneros y hacer que todo encaje perfectamente. “War zone” es una montaña rusa de sonidos que realmente te transporta a otro lugar, mientras que “Look up” cierra el álbum de una manera sublime, con un mensaje de esperanza que resuena profundamente.
Es una pena que este álbum no haya tenido el reconocimiento que merecía en su momento. Cierto que The Joke's on Me es un álbum que no es fácil de clasificar, pero es precisamente esa mezcla de géneros y la honestidad con la que Troiano se acerca a su música lo que lo hace tan especial. Es un disco que, aunque fuera adelantado a su tiempo, sigue sonando fresco y único. Cada vez que lo escucho, me doy cuenta de que es una obra que no solo representa a un gran guitarrista, sino a un verdadero artista que puso su alma en cada nota.
Domenic Troiano merece ser más reconocido por este y otros discos de su carrera. A pesar de haber sido parte de bandas legendarias como The Guess Who, su legado como solista sigue siendo su mejor testimonio. The Joke's on Me es la prueba de que la música genuina trasciende el tiempo y las modas, y para quienes logran encontrarlo, este álbum es una de esas experiencias que no se olvidan.
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