Computerchemist: Signatures I and
II
País: Hungría
Género: Krautrock
Fecha de publicación: 6 de enero
de 2013
Temas:
Signatures I
- Caterpillar pirouette
- Dobdub
- Zsotmatic 10
- Corporatosaur
- Six phase mains
- Convection of the 9
- Broken daliuette
- Landform 2012 (tema extra)
Signatures II
- Strangeness in 13
- Goodbye, Moszkva tér
- Floor zero
- Commution
- Forgotten memory
- Smeem
- The needs of the many
- Bongo in 4 (tema extra)
Formación:
Dave Pearson: teclados,
programación de secuenciadores, bajo y guitarras
Zsolt Galánti: batería
Esta nueva doble entrega del
multiinstumentista Dave Pearson, más conocido como Computerchemist, nos ofrece otra
poderosa muestra de la inteligente combinación que el artista húngaro sabe
regalarnos en forma de krautrock aderezado con elementos del rock progresivo en
su momento más álgido. La música de Dave ha sido encuadrada dentro de la
escuela berlinesa, que tenía cierta tendencia al rock progresivo y mucho más aún
al jazz rock y su música se enmarca, precisamente, en esa combinación de
estilos electrónicos, fuertemente influenciados por Tangerine Dream o Klaus
Schulze, y sonidos progresivos muy cercanos a Pink Floyd, sobre todo por la
utilización de la guitarra en un estilo parejo a David Gilmour.
Para esta ocasión se ha
acompañado del batería Zsolt Galántai, antiguo miembro de los metaleros Ossian,
en una especie de experimento en el que la música gira en torno a las
evoluciones de los elementos percusivos de Zsolt. El resultado es una música de
exquisito sabor electrónico con enormes pasajes a los teclados, creando
colchones ambientales más propios de los setenta que de la actualidad. Desarrollos
extensos y delicados, llenos de inteligencia sonora donde los sueños se
recorren a través de inefables efectos sónicos que surgen de unos admirables
teclados, tocados con maestría, que crean ambientes cuasi oníricos, donde la
presencia de lánguidas guitarras progresivas dan una profundidad a su música
fuera de lo común. Una exquisita producción instrumental donde está garantizada
la imaginación, tanto del compositor, como de los ejecutores de estas dos obras
maestras, como la del oyente, que viajará por recordados mundos nostálgicos de los setenta
desde una perspectiva actual. Totalmente recomendable para cualquier seguidor
del género, para deleite de sus oídos y de su mente. Gracias Dave, Set the controls for the heart of
Computerchemist.
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