Apple Pie: The Gates of Never
País: Rusia
Género: rock sinfónico, metal
progresivo
Fecha de publicación: 5 de abril
de 2013
Temas:
- The gates of never
- Letters of a Deadman, Pt. I: Demons’ waltz (instrumental)
- Letters of a Deadman, Pt. II: Don’t look back
- Letters of a Deadman, Pt. III: Memories
- Letters of a Deadman, Pt. IV: Questions
- No reason for this war
- Strange feeling called love
Formación: Vartan Mkhitaryan:
voz, guitarras y teclados
Andrey Golodukhin: batería
Max Zhdanov: bajo y voz
Músicos invitados:
Derek Sherinian (Planet X, Dream Theater, Billy
Idol): teclados
Rick Fierabracci (Chick Corea,
Dave Weckl, Tom Jones): bajo en 3
Peter Sychev: coros
Artavazd Avetyan: coros
Artavazd Avetyan: coros
Segundo trabajo de Apple Pie, el
trío de Kursk, Rusia, que nos vuelve a presentar un trabajo muy colorido y
variado en exposiciones, alternando posturas sinfónicas con elementos técnicos
del metal progresivo e incluyendo, muy de vez en cuando, detalles folclóricos.
En esta ocasión la banda, además, se
atreve con una suite de carácter épico de casi veinticinco minutos y dividida
en cuatro movimientos, donde se da rienda suelta a un conocimiento
musical que alterna de forma continuada estructuras rítmicas complejas con poderosos momentos instrumentales de
grandísima calidad, donde se aprecian estructuras progresivas llenas de
detalles que van desde el blues rock al jazz rock, pasando por el hard, sin perder de vista, en ningún momento, el
progresivo más delicado y sinfónico.
Una instrumentación profesional y
totalmente integrada, donde no hay fisuras ni elementos fútiles, son el
resultado de una gran capacidad compositiva e interpretativa. Emocionantes
solos de guitarras, exquisitos pasajes a los teclados y una más que contundente
sección rítmica hacen de este disco un producto de grandísima actualidad, por
la técnica desarrollada a lo largo de toda su duración.
Este The Gates of Never podría pasar
perfectamente por una producción norteamericana si no supiéramos su
procedencia, gracias a la profesionalidad de su cantante, que domina la lengua
inglesa a la perfección, y también a la grandísima experiencia de sus
instrumentistas, un trío muy eficiente en cada uno de los temas que aborda, con
una grandísima interpretación que hace de este disco una exquisitez, digamos,
casi exótica por su origen, pero clásica por su forma y su fondo.
Imaginemos una especie de rock neosinfónico inglés (IQ, Pendragon, Haze), en sintonía con un AOR progresivo estilo Asia y un hard bombástico de evidente referencia norteamericana, tipo Salem Hill o Crucible o Spock's Beard en sus orígenes, y el
resultado es Apple Pie, uno de los conceptos musicales más interesantes de este
2013.
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