Los amigos son un tesoro y como
tal hay que cuidarlos. En este caso mi amigo se llama Thierry Gulleminot, manager
y portadista del fabuloso grupo francés Longshot, un grupo que ha ido
evolucionando tanto, que se ha convertido, en la sombra de unos esfuerzos y un
gran trabajo en la sombra, en uno de los grupos que hace verdadero rock
progresivo de factura clásica. El grupo, en la actualidad está a punto de
publicar, con esfuerzo, con sangre, sudor y lágrimas su tercer trabajo. Una
tercera parte de una trilogía comenzada en 1997, The Cosmic Bacteria’s
Experiences, continuada en 2002 con Asylum y ahora pendiente de Armageddon, que
concluirá el relato de ciencia ficción escrito por el propio Thierry.
Hasta ahora todo va bien. El
problema es que el grupo está planteándose la disolución porque no tienen ganas
de seguir. Esto sería una vieja historia si no fuera porque los culpables de
que esto suceda somos nosotros mismos. ¿Cómo es posible que un grupo que tenga
más de 10.000 visitas no venda ni un solo sencillo? ¿Cómo es posible que, pese
a las buenas críticas recibidas no haya seguidores que compren sus trabajos? Thierry
sólo quiere salvar una producción de rock progresivo real. Necesita una reacción
de los seguidores del estilo, porque es una pena que todo se resuma en que la
gente lo quiere todo GRATIS. Todos, como trabajadores, lo hacemos por dinero. Y
Longshot no tiene por qué ser una excepción. Sin dinero, no se puede producir,
grabar ni publicar… No soy quien para dar lecciones a nadie. Y esto es una losa que, indefectiblemente, lleva a un fin
no deseado.
Se ha abusado de la buena
voluntad de estos amigos, y el grupo siempre ha facilitado, en la medida de sus
posibilidades, la entrega de discos promocionales, las descargas de sus temas,
la escucha de su trabajo de manera gratuita, etc. ¿Cuál ha sido la respuesta?
El silencio. Una vez que lo tengo todo en casa, me olvido del artista. Esa es
la lealtad que quiero denunciar desde esta humilde plataforma. Si nos dedicamos
a estar sentados tranquilamente con un disco duro lleno de álbumes que no vamos
a poder escuchar en nuestra vida, estamos acabando con el género. Con el género
progresivo y con cualquier otro, vamos. Esa es la lealtad de la gente que
recibe gratis los trabajos, tanto de manera legal como por subterfugios técnicos.
Esa es la lealtad de una gente que no reacciona. Gente que ha sido incapaz de
escribir una sola línea, buena o mala, de un grupo que ha dejado su economía
maltrecha por dar gusto a una comunidad de oyentes… Eso, se llama ingratitud. Y
por ahí no podemos pasar.
Un artista deja la piel en cada
cosa que hace. Nos lo entrega todo para que lo saboreemos. Y por poco que sea
tenemos que ser capaces de comprender que, bueno o malo, nos regala arte, y
como tal hay que degustarlo. No acumularlo. ¿De verdad que tanto cuesta
responder a quien te habla? ¿De verdad que sólo existe un periodista que
escriba una reseña, aun cuando el grupo se ha arruinado enviando promocionales
a quien los pedía? ¿De verdad que nos vamos a escudar en la crisis global para
poner excusas? Ya está bien, hay que reaccionar. Un amigo nos lo pide. Y yo os
lo pido a todos vosotros… Ayudemos a quien lo necesita y que la desilusión no
haga mella en quien deposita toda su confianza en nosotros. Gracias
Por favor, escribid unas líneas a
Thierry Guilleminot y preguntarle por su trabajo… Aun en su situación, os lo
agradecerá de corazón. Es mi amigo.
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